Ubicada en San Nicolás, esta casa se integra de manera única en un proyecto singular que abraza la simplicidad y la pureza de líneas arquitectónicas. La perspectiva natural y los planos de vista sobre el barrio se conjugan para dar forma a una casa moderna. Este logro se alcanza a través de un cuidadoso diseño y la elección estratégica de materiales nobles, destacando la madera, elementos mínimos y básicos, así como formas geométricas simples y colores naturales.
La casa se estructura en dos plantas claramente definidas, con un ingreso simple y cómodo marcado por una boca que da forma al volumen de hormigón en la fachada principal. Con un estilo contemporáneo y toques racionalistas, la privacidad se logra mediante extensos enrejados de madera que aportan texturas naturales a la casa. En la planta baja, la distribución se aborda liberando el espacio y subdividiendo los ambientes de manera funcional.
La cocina, presentada de manera elegante y cómoda, actúa como eje distributivo para el resto de los espacios de la planta. La escalera en forma de «V» no solo conecta con la planta alta de manera eficiente, sino que también sirve como articulador del ambiente. El diseño inteligente de la escalera, con sus escalones que se elevan de forma rítmica, crea un juego de volúmenes facilitando la comunicación con la planta alta de manera fluida y estética.
Encuentra la nota completa en Revista Arché #183
Redacción Diego Flores
Fotografía Aldo Lanzi
