La casa, ubicada en Barrio Lomas de Carrasco, fue proyectada con la premisa de obtener el mejor partido del terreno que ocupa. Se presenta en su fachada de forma muy sobria y reservada, y la planta lleva su desenlace hacia el fondo del terreno aprovechando así la espacialidad y la conexión con el exterior mediante espacios que se integran de forma circunspecta. La casa se estructura en dos volúmenes continuos, el primero en forma cabal contenido en un techo a cuatro aguas en tonalidades neutras, estructura de hormigón con grandes aberturas casi simétricas en el ejercicio distributivo de la fachada que se sostienen por medio de planos que sobresalen del dibujo. Aquí se encuentran los ambientes privados de la residencia. Por detrás de este volumen intercede otro de forma rectangular que atraviesa el terreno y define la planta única de la casa con la particularidad que en la confluencia de los volúmenes se generan interesantes espacios que integran al exterior. El acceso principal de la casa se genera por medio una pérgola que antecede el ingreso a los espacios de uso común y social generando una interesante distribución donde prima la privacidad para los habitantes. Una gran piscina se aprovecha del jardín posterior con un gran solárium.
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Redacción Diego Flores
Fotografía José Pampín
