Al recorrer la calle Murillo, en el encantador barrio de Carrasco en Montevideo enamora con su arboleda que compone ese corredor verde que por momentos nos traslada hacia otro lugar, otro tiempo. En ese contexto la imagen del conjunto Murillo 6446 va más allá y a partir del singular paisaje construido nos propone una visión nórdica que distingue al lugar.
ARQUITECTURA MURILLO 6446 es un ejercicio que comienza a generar su identidad, desde la implantación de las casas proyectadas para ser construidas en un terreno amplio, generoso y poblado de árboles que, además, fueron mantenidos y de alguna manera condicionaron al proyecto.
«… nuestro desafío fue posicionar en el predio, cinco casas de doscientos metros cuadrados cada una, distribuidas en dos pavimentos para minimizar así la ocupación del suelo y la interferencia con el jardín existente. Luego de los estudios complementares de asoleamiento y circulación, llegamos a la conclusión de que la planta en formato de cruz, debidamente girada, nos permitiría posicionar las casas próximas a los maravillosos árboles existentes, generando de esta manera la sensación de -casas en el bosque- en una zona urbana. Este procedimiento genero un ritmo muy interesante, en el que las casas idénticas, aparecen distintas desde cualquier punto de vista…»
Al recorrer el conjunto en compañía del Arquitecto Santiago Fernández descubrimos un microclima definitivamente particular que a partir de la disposición de los volúmenes genera con sorprendente delicadeza los ámbitos íntimos sin apelar a cercas o límites físicos definidos. Al detenernos en la observación de las casas, percibimos que una meticulosa selección de terminaciones y detalles constructivos, revelan la calidad plástica que integra el proyecto; chapa ondulada gris charcoal, madera, revoque texturado blanco, vidrio y vegetación. La sobriedad formal, la economía de recursos y la estilización de las formas construidas promueve un concepto distinto que establece una manera distinta para generar comunidad.
El estudio para la distribución de las plantas de cada unidad se apoya en la necesidad de abrirse hacia el paisaje circundante manteniendo la privacidad. Así en la Planta Baja, se ubica una sala de estar, el comedor y la cocina que están integrados. Apenas distrae las miradas de la sala de estar hacia el comedor, una magnifica estufa central, diseñada especialmente para este proyecto.
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Redacción Diego Flores
Fotografía Reinaldo Coser / Fernando Blanco
