Por delicadeza, Coco Dávez

Por Jan Flores

 

 

“Por delicadeza” se llama la canción del último disco de Joaquín Sabina que me llevó a conocer la obra de Valeria Palmeiro, conocida como Coco Dávez.  En el videoclip de la canción, aparece la joven artista retratando al cantautor español; mientras la canción se sucede la cámara nos muestra a Coco en un pequeño taller pintando, desde lienzo en blanco hasta un retrato final, la cámara nos lleva hacia una imagen sin rostro que delata sin duda alguna a Sabina.

 

Luego de dar click a “Coco Dávez” en google descubro, no sin sorpresa, una carrera intensa y prolifera de una artista de tan solo 30 años. Una fiesta de color en dónde comulgan el buen gusto y la calidez atrapó mi sensibilidad mientras en mi computadora de sucedían imágenes de sus obras.

Aquel retrato de Sabina sin cara resultó ser un desprendimiento de una serie extensa llamada “Faceless” integrada por muchísimos retratos desprovistos de rostros que lograba mantener  la esencia de sus retratados.

Las obras de Coco Dávez se exponen en las principales ciudades del mundo, su éxito profesional es notorio. Con la idea de difundir su trabajo le escribo desde mi cuenta de instagram. Con casi 150 mil seguidores en su haber su respuesta era al menos, poco probable. “Gracias por escribir, tienes mi dirección de mail en mi bio. Estoy en Bali, aquí es muy tarde, ¡hablamos mañana!” No pude conocerla en persona, pero el nuevo mundo,  el ir y venir de mensajes o mails, me permiten sospechar que es una mujer inquieta, curiosa y con excesiva humanidad.  La canción de Joaquín Sabina, por cierto, es muy linda y francamente recomiendo su videoclip; pero en todo caso, le agradezco al gran Joaquín el haberme llevado a este fantástico mundo de Coco Dávez, que por el momento no necesita rostros para invitar a soñar.

 

 

  • ¿En qué momento asumiste al arte como profesión?

Cuando tenía 21 años decidí comenzar a crear mi portfolio como ilustradora; y la suerte quiso que al mes comenzara a trabajar como dibujante en el periódico El Mundo, donde estuve 5 años aprendiendo sin parar, fue la mejor escuela.

  • ¿Fue una decisión fácil?

El campo del arte creo que no es fácil en ningún lugar, el primer año fue increíble como fui compaginando proyectos con los que “sobrevivía” en Londres pero la edad y las ganas de poder mantenerme lejos de casa hicieron que ciertas comodidades fueran algo secundario. Al volver a España el mundo editorial se vio fuertemente azotado por la crisis y decidí no quemarme por no encontrar proyectos artísticos y trabajar en un puesto mecánico, que me asegurara un sueldo a fin de mes y algo de dinero para comprar libros de arte, estuve un año y medio trabajando en el Mercado de San Miguel y fue un periodo mágico donde me lo pasé en grande y conocí gente maravillosa, eso me dio la fuerza para en 2013 retomar la pintura con fuerza hasta el día de hoy.

  • La incertidumbre ¿conviviste con ella?

La incertidumbre siempre está ahí pero debes aprender a vivir con ella y confiar, hay que tener fe para motivarse, saber que todo tiene ciclos, por lo que hay que ser previsora, pero disfrutar con cada tramo.

  • Conviven en ti muchas facetas, viajaste a Londres a estudiar fotografía, ¿cómo recuerdas esa experiencia hoy?

Maravillosa, fue la primera vez que me vi sola en el mundo, decidiendo cómo quería trazar mi camino y no pudo ser mejor. La primera persona que conocí fue curiosamente un fotógrafo chileno, Dan G Rod, comenzamos a trabajar juntos –yo como asistente-, y al mes me di cuenta de que echaba mucho de menos la pintura y él fue el primero que me motivó para volver a pintar, el primer retrato que hice después de 7 años se lo hice a él y a raíz de ESE retrato surgió mi primer proyecto. Fue asombrosamente mágico. La fotografía pasó a un segundo plano pero cada proyecto ha ido ligado a fotos por lo que en realidad ambas artes se fusionan.

 

  • Sos española, ¿podrás contarnos cómo es allí encarar la vocación en el mundo del arte?

Como te decía antes es complicado en cualquier lugar pero por suerte desde la crisis, la ilustración renació y gracias a las redes sociales muchas marcas y clientes comenzaron a interesarse más y más por este formato.

  • Las redes sociales y el nuevo mundo parecen haber sido importantes en tu carrera, ¿qué lugar ocupan en tu vida profesional? ¿es posible entender a Coco Dávez como una marca?

Las redes sociales son una herramienta fundamental de mi carrera. Coco Dávez surgió como invención para abrirme una cuenta de “MySpace”, “Fotolog” me animó a escribir y a ser cada vez más creativa en mis fotos, gracias a “Facebook” contactó conmigo el periódico “El Mundo” y gracias a “Instagram” mi arte se expande cada día hacia el lugar más insospechado. Coco Dávez se ha convertido en marca en el transcurso de los últimos años.

  • ¿Qué tan importante ha sido viajar?

Otro dato fundamental en mi vida, necesito salir y oxigenar un poco la cabeza para ver nuevas maneras, nuevas formas de hacer, mirar a través de nuevos ojos y nutrir así mi imaginación.

  • ¿Cómo surge la idea de retratar sin rostros?

Por un error, por permitirme cualquier tipo de resultado, estaba creando un retrato de Patti Smith con cara pero el resultado fue tan malo que le borré la cara con pintura roja y así se me encendió la bombilla, era como un juego al que la gente podría jugar como al “quién es quién”.

  • De tus experiencias viajando por el mundo, ¿qué lugares te han marcado o han sorprendido?

Londres porque fue donde nací artísticamente y porque ese año fue absolutamente mágico y transformador. Nueva York y Los Ángeles por la infinidad de referencias con las que he crecido. Arizona por esa inmensidad de la naturaleza y esos paisajes tan nuevos. Bali, donde pasé 24 días sola, fue un viaje doble, a un lugar muy lejano y desconocido y un viaje a través de muchas conversaciones conmigo misma intensas y reveladoras.

  • ¿Qué artistas te han inspirado?

Picasso fue el primero que provocó algo en mí cuando tenía 9 años, algo nuevo, quería salir corriendo de la sala del Guernica, y eso hizo que no me olvidara nunca y que causara gran interés, Warhol me cautivó por lo divertido que me parecía cada obra, por el humor que hay detrás de todo y la poca vergüenza, Hopper y Rothko por la experiencia mística, Kusama por la entrada a un nuevo universo y Hopper por el nuevo lenguaje.

  • No tenés estudios vinculados al arte…

He sido siempre autodidacta, no estoy en contra de la formación, simplemente sé lo que funciona mejor en mí manera de ser. Mi camino en el arte ha sido muy orgánico en el sentido de ir buscando y aprendiendo lo que necesitaba en cada momento, ir retándome a crecer con nuevos formatos o estilos, fresco por no tener nada arraigado a una enseñanza…

 

  • ¿Maestros o enseñanzas que te hayan influido?

Tengo muy bonito recuerdo de la única profesora de arte que tuve con 13 años. Abandoné sus clases por pura rebeldía adolescente y durante años (aun si la potencia de las redes sociales que hay ahora) estuve buscándola para poder contactar con ella y lo conseguí, fue precioso volver a verla y explicarle cómo viví mi adolescencia y por qué abandoné sus clases.

  • ¿Qué cosas recomendarías de Madrid? 

Madrid no es una ciudad de cosas concretas, Madrid es una atmósfera, es un ambiente, es su gente. Madrid hay que vivirla y hay que volver, siempre hay que volver.

  • Con 30 inviernos a cuestas, desde tu mirada, ¿cómo ves el mundo que vivimos?

Lo veo bastante dividido, entre gente que cierra los ojos ante sucesos obvios y poco alentadores y personas con muchas ganas por intentar mejorar un poco este mundo. Creo que esto es algo que ha pasado en la historia de la humanidad pero de la que ahora me siento protagonista porque es la era que me toca vivir y en la que quiero aportar mi granito de arena de la manera que sea.

 

Imágenes y fotografías Coco Dávez

Ads

Lecturas recomendadas

ORG_GacetillaPDE_AyD
Leer más
54b
Leer más
GD
Leer más