La casa se ubica en Manantiales, a mitad de camino entre el bullicio de la ruta 10 y el bosque de Laguna Blanca que más que un telón revela el amparo de un paisaje sobrecogedor, con lo cual propone lo mejor de dos mundos que se complementan y llegado el caso proponen una visión completa de la vida.
Los habitantes, luego de descubrir este fantástico lugar, contrataron a None Fossati para intervenir en la casa y dotarla del confort y las comodidades necesarias para que fuera posible habitarla a lo largo de todo el año. En esta etapa la conocida diseñadora desarrollo un proyecto de interiorismo pleno, que se ocupó del cuarto de estar comedor, el estar diario, la cocina y los tres dormitorios, tarea que demandó que se interviniera en la distribución de la planta, generando un nuevo concepto.
La casa se distribuye en dos plantas y mantiene el carácter tradicional de distribución, con las áreas sociales en la planta baja y las íntimas reservadas para la planta alta. En planta baja se divide en dos sectores, por un lado, el comedor que se accede directo desde la entrada principal, unido al cuarto de estar y vinculado al jardín con parrillero y piscina. Por otro, la cocina que antes se vinculaba al comedor por intermedio de una barra. Esa era la distribución con la que None recibió la obra y luego de largas conversaciones con los habitantes y de caminar por la casa surge el proyecto que partió por ordenar y generar una nueva distribución para luego ingresar al estudio del color y el equipamiento.
«… lo primero que resolvimos fue cambiar la distribución de la cocina, a la que entendimos era necesario comunicar directamente con el estar diario, de modo tal de generar una vida distinta para el espacio y además integrarlo a través de la estufa a leña, los hogares resultan integradores y en este caso además muy interesantes para, por ejemplo, el invierno. A la vez, desde la cocina ahora se puede acceder directamente a las dependencias de servicio que cuentan con dormitorio y lavadero. Luego la necesidad de actualizar las condiciones de habitabilidad de la casa nos encontramos con la necesidad de profundizar la intervención en la distribución, así, donde se ubicaba el cuarto de estar generamos un gran espacio para integrar también un buen comedor, la habitación donde dormían los chicos creció, casi duplicó su área. «
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Redacción Andés Blanco
Fotografía Flor Crosta