LAS MUSAS VILLA HOME & SUITES
Sandra es argentina y su familia está vinculada profesionalmente al mundo de la arquitectura, la construcción y también, a la hotelería. Unos años atrás descubrió las tierras que ahora ocupa y la sensación de pertenencia fue tal, que de inmediato adquirió las hectáreas y decidió comenzar a construir su versión del paraíso. Así nació LAS MUSAS, proyecto que cuenta con la participación decisiva del arquitecto chileno Mathias Klotz y de la profesional argentina Carolina Pedroni.
Las Musas es un proyecto especial. Ciertamente se trata de un programa hotelero, pero dadas las particulares características de su concepción y consecuente funcionamiento, el refinamiento formal de la propuesta arquitectónica y la magia del lugar, se hace necesario establecer una categoría especial para poder definirlo. Es algo así como un ornitorrinco asociado al programa de hotelería de la arquitectura. Incluye camas y comercializará el alojamiento. Dispondrá de servicios como desayuno, restaurante y demás comodidades, pero ofrecerá mucho más. Y así lo ha interpretado la dupla de profesionales que integran Klotz y Pedroni.
El conjunto edilicio se desarrolla en torno a una laguna pequeña, pero suficiente como para incorporar al agua como un elemento vital. El master plan presenta nuevas casas, una suerte de Club House multifunción, un viñedo y todo el verde y toda la paz que sea posible imaginar.
Las Musas, encontrar un mejor nombre para este emprendimiento no sería posible; lleva en su esencia el diálogo armónico con el paisaje y el entorno que rodea las edificaciones. Aquí, la naturaleza se deja descubrir a través de sus interesantes pendientes, los bosques nativos que protegen el lago y el gran viñedo que se atreve a ser protagonista en una postal, con el océano como base en el horizonte.
La idea de construir en este entorno parte de una premisa existencial propuesta por los arquitectos, que interpretaron cabalmente las inquietudes y necesidades de Sandra, la propietaria. Prima el respeto por la naturaleza en todos sus aspectos. Las viviendas proyectadas, tanto como las áreas comunes, buscan ser espacios donde los habitantes logren adaptarse a lo mínimo, lo esencial.
Un ejemplo de la composición estructural en el concepto que proponen los arquitectos proyectistas es esta casa con cuyas imágenes ilustramos la presente nota. Construir en las condiciones que propone este proyecto supone un gran desafío que conlleva mucha responsabilidad. La casa está implantada de forma tal que acompasa los caprichos que la naturaleza impone. Se levantó un gran volumen de madera sostenida por una estructura de hormigón que está posada sutilmente en el terreno. La estructura de la casa se sostiene por medio de largos pilares que liberan la composición espacial —una casa sin muros— hacia la naturaleza. La casa está revestida en su envolvente por largos postigos deslizantes de madera que limitan la libertad visual hacia el interior, logrando generar circuitos de privacidad. De esta forma, el gran volumen logra mimetizarse con el paisaje y, lejos de invadir el entorno, se logra una construcción amigable.
Los espacios interiores, diseñados por Cecilia Timossi y Mauro Bernardini asociados con Graciela Churba, se relacionan de forma continua. Un espacio desemboca en otro, con la idea de eliminar en la planta las áreas de circulación. Todos los ambientes conectados entre sí logran separarse por medio de puertas corredizas que acompañan la sintonía y estética formal de la envolvente exterior de la casa.
La decoración interior mantiene el esquema vivencial de la vivienda. Estilo contemporáneo, hormigón visto, materiales y texturas nobles. El equipamiento consta de cómodo mobiliario de diseño escandinavo. El juego de mesas de petiribí funciona como eje en la disposición espacial acompañado por un gran sofá y dos butacas de estilo nórdico. El sofá se abre al exterior apartando a la cocina y convierte a la sala de estar en una gran terraza que se entrega al lago.
Arriba, un gran techo verde que cumple función de azotea. Un espacio ideal para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Un sendero de piedra libera el camino y, escondidos entre la contención de plantas, se encuentran los paneles fotovoltaicos que alimentan el sistema de climatización.
Los proyectos de Mathias Klotz y Carolina Pedroni no dejan de sorprendernos. Su creatividad, su compromiso con el entorno y por quien lo habita, nos enseñan un modelo responsable de cómo se debería construir mañana.
Mathias Klotz nació en el año 1965 en Viña del Mar, Chile. Realizó sus estudios en la Pontificia Universidad Católica. A lo largo de su carrera ha combinado el trabajo académico con los proyectos de su estudio. Con su lenguaje innovador ha logrado materializar una arquitectura contemporánea que lo posiciona como uno de los autores de arquitectura residencial más interesantes de la región. Sus trabajos en Uruguay son realizados en conjunto con la arquitecta argentina Carolina Pedroni.
Carolina Pedroni nació en Argentina, cuenta con muchos años de actividad profesional en Uruguay. Sus proyectos proponen una arquitectura vinculada con el paisaje, logrando espacios que conectan con el entorno. Sus obras destacan por el uso de materiales y texturas nobles como la madera y la consolidación de estructuras que viven por sí solas, acompañadas por habitantes y no viceversa. El vínculo de Mathias y Carolina ha logrado que la arquitectura se vuelva poesía, enmarcando proyectos que destacan responsabilidad e indican un modelo a seguir.