Sus obras narran historias que desarrolla en formato de serie y que en cada caso exhiben interpelaciones que ella comparte con nosotros. Todas presentan una clara influencia cubista que define la etapa actual de su producción. A partir de la bidimensionalidad del plano sobre el que trabaja, su dibujo preciso ilustra con sensibilidad y emoción aspectos de la condición humana que nos señalan la vulnerabilidad de la condición.
Instalada en su galería de La Barra, donde comparte las instalaciones con su hermano Miguel que es operador inmobiliario, Sofía Balut Páez nos permite acceder a su obra y conocer acerca de su peripecia de vida, ese camino que la ha conducido hacia Barcelona, donde vive, y le ha permitido profundizar su pasión por la pintura.
Es joven, Insolentemente joven y posee una seguridad que llama la atención. Nieta de Carlos Páez Vilaró, ha crecido entre bastidores y lienzos y la particular sensibilidad artística de una familia que ha girado en torno a esa fenomenal figura patriarcal.
«…la pintura es un recurso expresivo que me permite trasmitir aquellas cosas que siento y que me animan como ser humano. Más allá que los temas que trabajo suelen acudir a mi espontáneamente, trabajo a partir de historias que desarrollo en numerosas obras que van relacionadas entre si desde esa condición de relato general que confluye en una historia. Mis series son entonces algo así como una historia que alcanza tantas obras como sea necesario para completar ese relato. Mi primera historia, comienzo a concebirla al instalarme en Barcelona. El tema de la mujer pegaba fuerte entonces y de golpe me encontré frente a la obra de Picasso, Las Señoritas de Aviñón. Entonces de esa inspiración surgieron cinco retratos distintos, que a partir de cinco personajes me permitieron contar una historia de la liberación femenina….»
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Redacción Juanchi Flores
Fotografía e imágenes Francisca Vivo / Sofía Balut Paez