ESPACIO: LA BELLEZA DE LO COTIDIANO
DISEÑO: FLORENCIA MILLER
COLABORADORES: ACHER / STONE CENTER / SINTEPLAST / DARKO / BIA / MONTECUIR / BENDITO / PRONTO MADERAS / ANIBAL ABBATE / JAMES / COLECCIÓN SUR / WALNUT / DECKTON
PINTURA DECORATIVA / CASTRO / R HOME DECO
FOTOS NICO DI TRÁPANI
Nuestro espacio fue concebido a partir de una idea central: transformar los gestos cotidianos en momentos de disfrute. Buscamos que la experiencia de llegar a casa, preparar un café, abrir una botella de vino o cocinar con amigos adquiera un valor emocional y estético. Por eso lo llamamos “La belleza de lo cotidiano”: porque creemos que la vida diaria también puede volverse un ritual placentero cuando el entorno acompaña. La cocina funciona como corazón del proyecto. La isla central, acompañada por dos taburetes, invita a la interacción: es un lugar para cocinar, conversar, compartir y detenerse. La elección de materiales nobles y la iluminación puntual aportan calidez y permiten que la cocina sea tanto un espacio funcional como un punto de encuentro. Las mesadas se resolvieron en Dekton Marmorio, que está inspirado en el Travertino. Diseñamos un mueble que reúne tres universos que hoy forman parte del estilo de vida contemporáneo: el café de especialidad, los tragos de autor, y la cultura del vino —en pleno auge—. El objetivo fue demostrar que estos pequeños rituales también pueden tener su lugar en casa. Cada sector del mueble fue pensado para optimizar su uso y a la vez integrarse visualmente, generando una pieza protagónica y versátil que acerca experiencias sensoriales al hogar.
La sala de estar prioriza el descanso: el sillón se convierte en un refugio para desconectar. En cambio, el área de lectura se plantea como un espacio íntimo para detenerse. Allí, la iluminación tenue, una poltrona cómoda y un cuadro lleno de personalidad crean un ambiente propicio para la lectura. La paleta de colores se compone de tonos neutros y cálidos, sobre los que se incorporan acentos puntuales de color —como el sofá o uno de los cuadros de arte— que aportan vitalidad y equilibrio. Las paredes se resolvieron en microcemento, sumando textura, continuidad visual y una estética contemporánea al espacio.
El proyecto busca mostrar que la belleza no está solo en los grandes gestos, sino en esos momentos simples que transitamos todos los días. Nuestro espacio invita a habitarlos con calma, disfrute y conexión.
