ESPACIO: AURA ESMERALDA – DORMITORIO PRINCIPAL
DISEÑO: CECILIA DUQUE & BÁRBARA CASANOVA
COLABORADORES: ARTE FABRICACIÓN / MDM / CASA TILO / ACAPIA / SARA STEWART BROWN / MR. PARQUET / VIVAI / DARKO / PATAPUFF / VIASONO / CARLOS VIERA / SINTEPLAST
FOTOS NICO DI TRÁPANI
Hay espacios que no solo se habitan, sino que —como ciertos perfumes o ciertas miradas— se adueñan de quien los contempla. “Aura Esmeralda”, la propuesta del Estudio Puente pertenece a esa rara categoría de habitaciones que parecen haber sido diseñadas no para dormir, sino para soñar con mayor precisión. Es un dormitorio construido a partir del placer del contraste, del lujo entendido no como estridencia, sino como una delicada transgresión estética. Acostumbrados a la pureza luminosa de los robles claros y al sosiego del diseño sereno, los autores deciden aquí abandonar su paraíso habitual. Se aventuran, casi con la osadía de un dandi que decide que la noche es un traje que también puede vestirse de día, a explorar una paleta que roza lo teatral. Y lo hacen con tal refinamiento que lo dramático deja de ser un gesto grandilocuente para convertirse en un susurro profundo.
El concepto rector —ese “Lujo Urbano Sofisticado” que invocan— se revela como un manifiesto íntimo: un cuarto que podría pertenecer a un hotel de cinco estrellas oculto en alguna capital cosmopolita, donde la modernidad se lleva de la mano con la voluptuosidad. Azul profundo en las paredes: un azul que no teme oscurecer, que abraza al visitante como un telón que cae lentamente sobre el día. Una atmósfera nocturna, envolvente, casi líquida. A este escenario de penumbra elegante se suman los acentos cálidos: un cabecero ocre que parece haber sido imaginado para recordarnos que incluso en los interiores más oscuros la luz puede tener la última palabra. El contraste es nítido, casi pictórico: azul y negro que se tensan, ocre que responde, texturas que dialogan. La elección de materiales completa el relato: piedras, maderas, granitos, linos, géneros nobles que no pretenden ostentar, sino seducir. Un lujo contemporáneo, preciso, que se apoya más en la armonía de lo sensorial que en el brillo de lo evidente. “Aura Esmeralda” es un refugio donde la sofisticación no es un adorno, sino una filosofía; donde el dramatismo no grita, sino que murmura con elegancia; donde el estudio Puente demuestra que también en la sombra se puede encontrar belleza… siempre que uno se atreva a mirar.












