La obra de Francesca es fresca y llama mi atención. Confluyen en ella, distintas aristas que comulgan con el viejo y el nuevo mundo. Arte digital, óleos y acrílicos y una historia que merece ser contada. Me contacto con ella vía whatsapp, ella se encontraba trabajando en Alemania y yo, en Uruguay.
“Mi pasión por Berlín surgió en el 2018, cuando fui un verano entero a hacer un curso de arte en el Berlin Art Institute. Durante esos meses tuve mi estudio en Pankow, a las afueras de la ciudad; y pude producir como también conocer y aprender de otros artistas. Ese curso fue crucial para mi no solo a la hora de desarrollar una impronta propia en el arte, sino que también me abrió los ojos a un mundo nuevo de diseño y arte”
Francesca es muy joven, con tan sólo 24 años ya tiene en su haber muchas experiencias que nutren de distintas maneras sus obras.
“Al volver a Buenos Aires me propuse terminar mis carreras (estudié Humanidades y Diseño en la Universidad de San Andres) y volver a Berlín a seguir sumergiéndome en esta gran ciudad. Dicho y hecho, en diciembre de 2021 me recibí de las dos carreras y en marzo ya estaba viviendo en Berlín, en dónde sigo con mi arte y trabajo como diseñadora en una agencia creativa”
“Mi infancia estuvo dividida entre Buenos Aires y Montevideo. Tuve la suerte de crecer en la tranquilidad de Uruguay y llegar para mi adolescencia a la vorágine de la ciudad de Buenos Aires. Mi mamá, diseñadora e interiorista, me presentó el mundo del arte desde muy temprana edad. Recuerdo la primera vez que fuimos de viaje en familia a Europa: mi mamá nos dejaba a mi y a mis hermanos recorrer los museos con un cuaderno y un lápiz para intentar retratar lo que nos inspirase”
Su madre abocada al interiorismo, destaca también en su ambiente familiar su abuelo “Gino”, artista que trabajó distintas disciplinas que siempre llamaron la atención de Francesca; recuerda sus enormes vitrales coloridos que retrataban desde escenas abstratas hasta escenas familiares, como a su abuela juntando flores en el jardín. Su madre y principalmente su abuelo son claramente influencia en su arte.
“A medida que pude empezar a elegir orientaciones en el secundario opté por la historia, el arte y el diseño. A la hora de elegir una carrera, sentía que estudiar bellas artes no lograba abarcar todo lo que me gustaba y me interesaba, necesitaba algo teórico, práctico, creativo y lógico a la vez. Fue por eso que encontré mi carrera perfecta al conjugar dos: por un lado Humanidades, en donde estudié Historia del Arte, Literatura, Filosofía e Historia y, por el otro, Diseño. La particularidad del diseño que estudié, recae en no responder a una disciplina, mas bien en desarrollar una manera de pensar y ver el mundo. Estas dos carreras en la Universidad de San Andres me permitieron seguir aprendiendo acerca de las temáticas que me interesaban, mientras indagaba en las distintas disciplinas que competen al diseño. A la vez, desde mis últimos años en el secundario hasta los últimos de la universidad, siempre que pude tomé cursos en el exterior de arte y diseño como en el Berlin Art Institute, y en Central Saint Martins en Londres”
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Redacción Juanchi Flores
Fotografía e imágenes Francesca Molinari