¿Qué es el Estado JOY? De alguna manera esta definición del proyecto establece el espíritu y carácter de un espacio donde confluyen la buena Arquitectura, el buen diseño, los servicios básicos y también los suntuarios, los amenities, servicios y también los entretenimientos más variados.
…teníamos la visión del concepto muy clara, no lo habíamos sintetizado todavía en la idea de Estado JOY. Nuestro sueño comenzó con la convicción clara y definida de que se debía tratar de una propuesta singular basada en una dinámica de funcionamiento y en el carácter espacial, nuestra idea trascendía la forma con lo cual el hecho arquitectónico fue el resultado de la afinación de aquella idea. JOY es entonces, buena arquitectura, pero algo más. Cuando comenzamos a desarrollar la idea nos apoyamos en las tendencias internacionales y entonces generamos una capa envolvente para la estructura física que contiene la idea de una manera de vivir distinta. Se trataba de generar el espacio donde una importante batería de servicios resolviera la vida de la gente, sin imponer nada, pero ofreciéndolo todo. La síntesis de esa idea surgió de un trabajo muy intenso y lindo que hicimos junto a Ximena Lema, el equipo de Taranto Desarrollo Inmobiliario. Al momento de intensificar la concreción de la idea convocamos a la agencia CAMARA TWA. Marcelo, Santiago y su equipo participaron de intensas reuniones de trabajo a lo largo de las cuales se fueron impregnando del espíritu de nuestra idea y como resultado nos presentan una propuesta contundente, nuestro proyecto proponía lo que ellos denominaron un Estado JOY. Y nos encantó. El Estado JOY es un estado independiente que ofrece todo con la libertad de poder optar por tomarlo integralmente o de manera parcial. O no considerarlo, pero igualmente está allí. Avanzamos un poco más en la idea y alguien en el equipo generó la síntesis más elocuente, todo lo propuesto refería a un estado de disfruting, término que quedó vinculado a la idea del Estado JOY, esto es, vivir la vida de una manera distinta…
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Fotografía Santiago Chaer