Es un día cualquiera en Montevideo, hasta que deja de serlo. Las calles internas del CARONE Center se iluminan con la promesa de un nuevo orden doméstico, una revolución de terciopelo y madera clara. JYSK ha llegado. Sí, la marca danesa, el símbolo del diseño escandinavo sin estridencias, la materialización de ese concepto que los nórdicos viven en sus casas de madera bajo la luz de una lámpara cálida: hygge. Una palabra sin traducción, un sentimiento, un estilo de vida. Y ahora, en Uruguay.

En la entrada, el logotipo con el ganso azul se presenta como una promesa de confort minimalista. ¿Acaso no es eso lo que busca todo aquel que atraviesa las puertas del shopping con la tarjeta lista para una transacción de felicidad instantánea? Adentro, un ejército de sofás acogedores, mesas de líneas puras, estanterías pulcras y mantas de esas que parecen haber sido tejidas por una abuela danesa con un secreto en los ojos. La marca fundada por Lars Larsen en 1979 aterriza con todo su arsenal de confort democrático. JYSK, pronunciado con la seguridad de quien domina un término exótico, proviene de la península de Jutlandia, en Dinamarca, y alberga en su nombre la modestia y diligencia que Larsen ha inculcado en cada fibra de su empresa. Es el IKEA danés, pero con menos pretensiones de monopolio y más intenciones de transformar el hogar en un refugio de felicidad nórdica.

Expansión y Compromiso con el Mercado Uruguayo

La llegada de JYSK a Uruguay representa una inversión significativa del Grupo Antelo, operador local de la franquicia, que proyecta un rápido crecimiento en el país. En los próximos cinco años, se prevé la apertura de al menos 10 tiendas en distintas ciudades, consolidando la presencia de la marca y acercando su propuesta a un público cada vez más amplio. De hecho, la segunda tienda ya está en planificación y abrirá sus puertas en la primavera de este año.

Desde su primer local en Aarhus, abierto en 1979, JYSK no ha dejado de expandirse. Se ha extendido por Europa, ha cruzado océanos, ha conquistado territorios insospechados. Ahora, Uruguay es su nueva frontera. La apertura de la tienda en marzo en Car One Center marca la entrada de la marca en Latinoamérica, con una estrategia medida, un desembarco elegante.

La marca opera en tres entidades: JYSK Nordic, Dänisches Bettenlager y JYSK Franchise. En cada país, replican la fórmula exacta del diseño asequible y la promesa de un hogar más acogedor. En 2010, JYSK recibe un sello de distinción: se convierte en proveedor oficial de la Casa Real Danesa. Un espaldarazo de nobleza a la misión de hacer del mundo un lugar más hyggelig.

Un Lanzamiento con Experiencia JYSK

La inauguración en Car One Center será un evento especial, con experiencias interactivas, actividades y beneficios exclusivos para los primeros clientes. La marca busca generar un vínculo fuerte con el público uruguayo a través de su propuesta de valor, centrada en servicio, calidad, diseño funcional y precios accesibles.

“Estamos muy entusiasmados con la llegada de JYSK a Uruguay. Este es un mercado con gran potencial y creemos que nuestra propuesta de valor será muy bien recibida. Queremos ofrecer a los uruguayos una experiencia de compra entretenida, donde encuentren soluciones, calidad y conveniencia para sus hogares”, destaca Pablo Barcelona, Gerente General de JYSK en Uruguay.

Ah, el hygge…

Esa sensación etérea que nadie puede definir con exactitud pero que todos anhelan. No se trata solo de comprar muebles lindos, sino de ensamblar la vida misma en torno a ellos. Un café humeante en una taza de cerámica, una frazada gruesa sobre el sofá, una lámpara de luz tenue que proyecta sombras cálidas en la pared. El hygge es un estado mental, una forma de existencia que resuena con la idea de que la felicidad no está en lo grande ni en lo ruidoso, sino en lo pequeño, en lo sutil, en lo que se siente con el alma y no solo con los ojos.

Los daneses, esos campeones del bienestar, lo saben desde hace siglos. En sus largas noches de invierno, cuando la oscuridad devora las calles y el frío se infiltra en cada rendija, aprenden a crear un microclima de placer doméstico. JYSK viene a ofrecer esa alquimia en un territorio de cielos abiertos y brisas oceánicas, donde la calidez se busca en los encuentros y en la identidad de cada hogar. Entonces, practicar hygge no requiere mudarse a Copenhague ni aprender a pronunciarlo con acento perfecto. Basta con crear un rincón acogedor en casa, una silla mullida, una lámpara con luz ámbar, un libro que siempre espera ser leído.

Optar por materiales naturales: la madera crujiente bajo los pies, las telas suaves sobre la piel. Apelar a la iluminación cálida con velas, muchas velas, en cada esquina, como dictan las reglas no escritas del diseño danés. Luego las plantas, es necesario incorporar plantas naturales a nuestro espacio, nada grita «vida» como un pedazo de verde en medio del concreto. Finalmente, socializar en casa: la charla pausada, la risa compartida, el sonido del vino sirviéndose en una copa de cristal fino.

Un Nuevo Concepto de Hogar en Uruguay

En las calles de Montevideo, la noticia corre como un rumor elegante. «¿Viste que abrió JYSK?», «Dicen que es como IKEA pero más cálido», «Necesito esas sábanas de lino, dicen que son el secreto de un buen descanso». La fiebre del diseño nórdico ha llegado, y con ella, la posibilidad de transformar cualquier departamento, casa o loft en un santuario de bienestar.

Porque al final del día, eso es JYSK: no solo una tienda de muebles, sino un pasaporte a una vida mejor, una invitación a bajar la guardia, a encontrar belleza en lo cotidiano. Montevideo nunca ha estado tan cerca de Copenhague.

Fotografía JYSK