ESPACIO: DIALOGO ENTRE TIEMPOS
DISEÑO: FIORELLA TORTORELLA Y MÓNICA FADIGATI
COLABORADORES: ACHER / URUFARMA / ARGENTA / JAVIER CRISTINO / TRIOS LIGHTING / SINTEPLAST / LAVIERE
FOTOS JOSÉ PAMPÍN Y NICO DI TRÁPANI
Atípico entra en escena como quien no pisa un salón, sino una metáfora. Un espacio que retiene la historia sin inmovilizarla; que abraza las sombras de la casa con la suavidad de un susurro marrón oscuro extendido por paredes, cielorraso y molduras. Todo allí parece decir: “sí, este edificio fue muchas cosas antes de ustedes… pero también quiere ser algo más”.
Los muebles claros introducen el contrapunto: orgánicos, ondulantes, casi anfibios, como si hubieran emergido recién de un sueño mediterráneo. Y entre ellos, el verde natural —tan exuberante, tan vivo— irrumpe como un pequeño escándalo vital en medio del tono profundo.
La estufa revestida en Neolith Amazónico domina el centro del ambiente. Podría ser un altar pagano. Podría ser una escultura ceremonial. Pero es, sobre todo, un recordatorio de que la piedra, cuando se la mira bien, también piensa. Frente a ella, un conjunto de mesas orgánicas combina mármol Breccia Viola, madera y negro: un pequeño poema trinitario.
Aquí, las cortinas de lino no solo filtran la luz; la domestican. La vuelven un animal manso.
Atípico logró lo más difícil: hacer que lo pasado y lo contemporáneo dejen de ser categorías y se vuelvan atmósferas.









