Arq. Luciano Kruk

Nombre de la obra: CASA L4
Ubicación: Costa Esmeralda, Buenos Aires
Proyecto y Dirección: Arq. Luciano Kruk

Colaboradores: Equipo de proyecto: Arq. Ekaterina Künzel – Arq. Luciano Kruk Coordinación dirección de obra: Pablo Magdalena – Arq. Josefina Perez Silva, Arq. Andrés Conde Blanco – Arq.  Belén Ferrand – Arq. Leandro Rossi – Arq. Alberto Collet – Dan Saragusti – Giorgio Lorenzoli – Denise Andreoli – Federico Eichenberg

Superficie:  terreno: 1.100 m² – construida: 180 m²

Año: 2015

Fotos: Daniela Mac Adden (Fotos aéreas: Diego Medina)

Casa L4 se localiza en la urbanización privada Costa Esmeralda, a trece kilómetros al norte de la ciudad de Pinamar y a cuatro horas de la ciudad de Buenos Aires. El barrio donde se ubica el terreno, Barrio Marítimo II, se dispone linealmente paralelo al mar. Un fuelle de pinos media entre el barrio y la costa, respetando los 200 metros de retiro establecidos por la reglamentación provincial.

La casa debía servir para ser usada durante pequeñas estadías de descanso. Asimismo, debía tener capacidad para recibir huéspedes y ser factible de ser eventualmente rentada. El terreno, un médano prácticamente virgen, se presentaba forestado por hileras de pinos marítimos. En cuanto a su topografía, su superficie desciende en sentido transversal aproximadamente dos metros de un extremo a otro, mientras que longitudinalmente su relieve baja suavemente en dirección al mar.

La elección de la materialidad a emplear se fundó en dos motivos. Por un lado, tras la anterior experiencia de haber construido otras casas en hormigón visto sabíamos que este material era capaz de conservarse en condiciones a lo largo del tiempo sin prácticamente requerir mantenimiento. Por otro lado, consideramos que su color y textura establecerían un diálogo armonioso con el entorno natural propio del lugar.

Respecto al área social, esta debía constituirse como el espacio protagónico de la casa, amplio, luminoso y estrechamente vinculado con el exterior; mientras que el área privada debía conformase por cuatro dormitorios lo más independientes posible, servidos cada uno por su propio cuarto de baño. Nuestra intención era desarrollar la mayor parte del programa en una única planta y contar con un espacio exterior a mayor altura, provisto de agua, desde donde contemplar el imponente contexto natural. Coincidimos en que tanto la vegetación arbórea como la particular topografía del lugar conformaban las riquezas que el proyecto arquitectónico debía respetar.

La vinculación de la casa con el bosque, paisaje circundante, fue la razón por la cual se optó por retirarla del frente más allá de las distancias mínimas reglamentarias. Al alejarla de la calle, se ganó intimidad en los espacios interiores mientras que su espacio posterior no se vería perjudicado, ya que este se prolonga visualmente más allá de los límites de terreno fundiéndose con el bosque de pinos contiguo al mar.

Con la intención de generar un contraste sensorial, el acceso a la vivienda se experimenta desde un semicubierto penumbroso por medio de una estrecha escalera contenida entre dos paramentos ciegos de hormigón visto hacia un espacio amplio y luminoso: la planta principal. Respecto al armado de esta planta, para proveer a los dormitorios de la mayor privacidad posible, se los ubicó en cada uno de los cuatro ángulos de una planta cuadrada.

Las actividades sociales tomaron lugar en la franja central. Una escalera que conduce a la azotea se situó en el corazón de la casa contribuyendo a su organización espacial. Situada a mitad de la franja de uso común, dispuso la cocina-comedor a uno de sus lados y el estar al otro, definiendo y manteniendo a estos dos espacios de uso funcional visualmente conectados.

El equipamiento de los dormitorios y sus respectivos cuartos de baño se dispusieron despegados de los paramentos del perímetro de cierre.

Del lado topográficamente más alto, donde la plataforma de la planta principal apoya sobre el terreno natural, el cerramiento lateral se reduce a un tabique colgante que abre al entorno exterior mediante una gran raja longitudinal baja que protege la espacialidad interior de las visuales del lote contiguo.

En el extremo más deprimido del lote en el que la casa se despega aproximadamente dos metros del nivel del terreno natural, el cierre lateral se constituyó mediante un muro bajo con una abertura lineal alta.  Ambas soluciones permitieron generar visuales exteriores y espacios naturalmente iluminados sin dejar de preservar el carácter íntimo de su espacialidad interior.

La maleabilidad propia del hormigón permitió concebir a la escalera como un elemento de carácter escultórico autónomo. Con la misma plasticidad expresiva se trabajaron los muros que dividen a los dormitorios del sector central generando, hacia ambos lados, salientes y nichos que oficiaron de muebles de apoyo fijos.

La estructura portante se resolvió mediante una gran losa sostenida por un sistema de vigas invertidas apoyadas en tabiques ubicados en el interior de la planta y columnas metálicas dispuestas sobre los cierres laterales formando parte del cerramiento de aluminio. Con el objeto de enfatizar la horizontalidad de la casa y de disminuir su impacto visual, tanto en el frente como en el contrafrente, el sistema estructural de vigas fue retranqueado respecto de la línea de cerramiento, generando losas en voladizo que oficiaron de protectores solares.

Ads

Lecturas recomendadas

ORG_GacetillaPDE_AyD
Leer más
54b
Leer más
GD
Leer más