Por Sofía Hughes
Bettina y Ralph son una pareja suiza que podrían considerarse amantes del mundo y la cultura. Cuando vinieron a conocer Uruguay en el 2010 fue amor a primera vista. Volvieron varias veces a recorrer, hasta que un día, en mayo del 2012, decidieron que Punta del Este era donde querían instalarse para esta nueva etapa de sus vidas.
Apostando su oficina de Real Estate (Team Haverkate) en La Barra, Bettina y Ralph buscaron un lugar tranquilo donde pudieran relajarse el resto de su tiempo. Alejados del centro y del ruido, decidieron construirse una casa en el barrio privado El Quijote. Con una especial participación por parte de sus futuros habitantes, el arquitecto proyectó una casa que se ajustara a todas sus necesidades.
Un hogar en donde predominan los materiales naturales y rústicos, como la madera, la piedra y el hormigón visto, que permitieron, a través de distintos niveles, conformar una vivienda desahogada y luminosa que opera como canvas para la festiva colección de mobiliario y arte que viene acompañándolos de mudanza en mudanza a lo largo de estos años. A través de amplios ventanales se logró la integración del espacio interior con el exterior, que resulta obvia en una ubicación como esta.
La mayoría del mobiliario proviene de Italia y sigue una línea de diseño moderno pero a su vez ecléctico. Los distintos toques de color naranja, tanto en el sofá como en la consola del comedor, aluden al origen holandés de Ralph. La línea de mobiliario lúdico y colorido crea un perfecto contraste con la sobriedad de la arquitectura y la rusticidad de sus materiales. Solo dos piezas del mobiliario son de diseño local: la gran mesa de comedor que contrasta con unas modernas sillas blancas provenientes de Italia, y la pequeña mesa ratona que acompaña el living; ambas piezas diseñadas por el estudio Lanzaro y Acle.
Más allá del mobiliario, quien realmente da vida a estos espacios son las excitantes obras de arte que encontramos a lo largo de toda la vivienda. Las mismas forman parte del portfolio del dueño de casa, que además de dedicarse al Real Estate es un consagrado artista: Ralph Haverkate / ABSTRACT RALPH. Sus obras actuales son abstractas y muy coloridas. A la hora de crear no sigue un proceso lógico, cada pieza es nueva e indescifrable y lidera su propio camino llevándolo a nuevos desafíos. Trabaja con acrílicos utilizando distintas técnicas de pincel y esponjas. Todas sus obras llevan un tiempo indeterminado, con un proceso muy caótico donde a veces necesita hacerse a un lado por un tiempo para ver qué camino tomar. Finalmente llega a un punto en donde la pintura cobra vida y se revela por sí misma, es ahí cuando da el trabajo por finalizado. Sus obras aportan alegría y energía al ambiente y resultan una perfecta combinación con el mobiliario colocado. Al igual que los muebles, crean una interesante discrepancia con los materiales y la arquitectura, pero resultan complementarias al mismo tiempo.
Detrás de sus toscas paredes de piedra y hormigón se esconde una casa inteligente, con su servicio de domótica suministrado por Ikatu. Este permite el control de todas las luminarias, provenientes de Trío Lighting, y la instalación de parlantes de Elite Audio. La cocina está completamente equipada por Bosch, mientras que sus accesorios provienen de la marca americana Viking. Al estar integrada al comedor, permite a estos anfitriones recibir y agasajar a sus amigos.
La planta alta presenta un gran dormitorio principal con vestidor y baño en suite y cuenta con dos grandes ventanales que enmarcan la mejor vista de la vivienda. Su estilo despojado permite direccionar la mirada al paisaje exterior y no al interior de la vivienda. Quienes dan carácter a este dormitorio son los dos maniquíes ubicados a cada lado de la cama. Ambos tienen 35 años y pertenecían a un antiguo local comercial que Ralph solía tener en Suiza.
Fotografía José Pampín
