Desde antiguas civilizaciones hasta la actual cultura del bienestar, la tradición del baño de inmersión en tinas ha sido un camino hacia el bienestar, la relajación y la conexión profunda con la naturaleza y con uno mismo.
Desde los tiempos más remotos, el ser humano ha buscado en el agua caliente un refugio para restaurar el equilibrio cuerpo – mente. Ya el antiguo Egipto, hace más de 5.000 años, se empleaban tinas de piedra y madera con fines terapéuticos, combinando, el agua caliente con técnicas ancestrales de sanación. En el siglo VI a. C., Fraortes, rey de Media, poseía su propia bañera privada, símbolo de estatus y cuidado personal. Más tarde, la tradición termal se expandió con fuerza a lo largo del mundo grecorromano, donde los baños públicos eran un centro social de bienestar fundamental para la sociedad y la vida pública. En paralelo, en Oriente, los japoneses desarrollaron rituales propios que hoy se reconocen mundialmente: los onsen (温泉), baños termales al aire libre alimentados por fuentes volcánicas, y los ofuro (風呂), tinas profundas de madera pensadas para la inmersión total y consciente del cuerpo en agua caliente, promoviendo no solo la relajación física sino también un estado mental de calma y renovación espiritual.
Esta antigua tradición milenaria encuentra hoy una nueva expresión en el sur de Uruguay, donde un grupo de emprendedores ha retomado y reinterpretado esta herencia, fabricando artesanalmente tinas de baño en madera de calidad superior. Utilizan materiales importados de Finlandia, país reconocido por estas prácticas especialmente el uso de las saunas. Estas tinas se producen íntegramente en Maldonado y se distribuyen a lo largo y ancho de todo el país, adaptándose tanto a hogares particulares como a hoteles boutique y emprendimientos turísticos que buscan ofrecer a sus huéspedes una experiencia única de bienestar.
Una ceremonia de agua, madera y fuego
Lejos de tratarse de un simple accesorio de lujo, estas tinas están concebidas como una experiencia transformadora y ritual. Su instalación preferida es en jardines o espacios abiertos, donde pueden integrarse armoniosamente al paisaje natural, creando un ambiente propicio para la introspección, el encuentro personal o la celebración en pareja y con amigos. El agua se calienta con fuego de leña, lo que convierte el baño en un acto ancestral y multisensorial: la calidez de la madera, el sonido del crepitar del fuego y la sensación envolvente del agua caliente conforman un triángulo de elementos que invitan a la relajación profunda y a la conexión con los ritmos naturales.
Tecnología y construcción artesanal
Cada tina está fabricada con duelas de madera de origen finlandés, cuidadosamente seleccionadas por su resistencia excepcional a la humedad y a las variaciones térmicas, condiciones imprescindibles para garantizar la longevidad de una estructura que estará en contacto permanente con agua caliente y agentes climáticos. La estructura se ensambla mediante un sistema de encastre sin clavos visibles, una técnica artesanal que aporta tanto resistencia como una estética impecable y elegante.
Sistemas de calefacción y control
El sistema de calefacción está equipado con una estufa de leña integrada, lo que permite calentar el agua de forma eficiente sin depender de electricidad ni gas. Esta característica es especialmente valorada por quienes buscan una experiencia más natural y autónoma. Además, el sistema puede adaptarse a configuraciones híbridas que incorporan resistencias eléctricas para mayor comodidad y control. Opcionalmente, se pueden integrar termómetros, sistemas de filtrado y controladores digitales de temperatura, facilitando un manejo preciso y seguro en el uso diario. Todas las piezas metálicas son resistentes a la corrosión, incluso en ambientes costeros, garantizando su durabilidad en distintas condiciones.
El calentamiento del agua es gradual, a razón de unos 5 grados por hora, hasta alcanzar temperaturas ideales entre 30 y 36 °C, consideradas terapéuticas para el cuerpo y la mente. A 30 grados la experiencia ya resulta reconfortante y placentera, mientras que a 36 la relajación se profundiza, resultando esta ideal para aliviar insomnio, estrés, dolores musculares, contracturas o simplemente para desconectar de la rutina y los estímulos cotidianos.
“Un cliente nos decía que su vida cambió”, comparte Joaquín, uno de los emprendedores detrás de este proyecto. “Era una persona muy nerviosa y estresada, y desde que instaló su tina, todos los días toma un baño y siente que eso lo estabiliza emocionalmente. La experiencia del baño diario se volvió casi imprescindible para su bienestar cotidiano”.
Versatilidad, diseño y salud
El modelo básico de estas tinas tiene un valor aproximado de USD 3.700. A partir de ese precio base, se pueden añadir accesorios como bombas, filtros y jets para masajes, configurables según las necesidades y preferencias de cada usuario. El sistema completo —incluyendo calefacción, cañerías y bombas— puede ser cubierto con madera o integrado a un deck de carpintería a medida, realzando el diseño y la armonía con el entorno. Los fabricantes recomiendan proteger toda la instalación de la exposición directa al sol, ya que puede deteriorar algunos materiales con el tiempo.
Para quienes ya cuentan con piscina, existe la opción de aprovechar el sistema de bombeo existente mediante un bypass que permite la circulación de agua entre ambos espacios, ampliando las posibilidades de uso y disfrute. Esta versatilidad ha facilitado que las tinas se integren tanto en proyectos arquitectónicos domésticos como en propuestas comerciales vinculadas al bienestar, turismo y experiencias de relajación.
Bienestar como elección de vida
Durante la pandemia, la demanda de estas tinas creció notablemente, reflejando un cambio en las prioridades de muchas personas que optaron por invertir en calidad de vida dentro de sus hogares. Algunos clientes con recursos limitados hicieron un esfuerzo consciente para adquirirlas, priorizando la salud física y emocional por encima del consumo superficial. “Es como cambiar el chip”, comentan. “En vez de gastar en el shopping o en un gran asado, decidís invertir en algo que te mejora todos los días”.
En síntesis, estas tinas no son solo objetos de diseño o confort, sino herramientas para iniciar un nuevo estilo de vida. Una pequeña ceremonia diaria, de fuego y agua, que recupera lo mejor de tradiciones milenarias y las adapta a nuestra vida contemporánea, invitando a la reconexión con el cuerpo, la mente y el entorno natural.
Fotografía Onsen