RIBA es un desarrollo residencial que destaca por su integración armoniosa con el entorno natural de Carrasco Este, ubicado a orillas del Lago La Caleta. Concebido en 2023 por los estudios Guerra De Rossa & Herrera Lussich, el proyecto comprende cuatro módulos de apartamentos rodeados de un extenso parque de 24,251 metros cuadrados y 395 metros de costa, orientados al norte para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas al lago. El complejo se presenta como una propuesta residencial de alta gama que no solo ocupa un espacio, sino que lo transforma, estableciendo un diálogo entre arquitectura, interiorismo y naturaleza en el corazón de Carrasco Este. El diseño general es elocuente en su apuesta por una vida integrada a un entorno natural excepcional, donde cada elemento, desde los módulos de apartamentos hasta el extenso parque, responde a la premisa de convivir armónicamente con el paisaje circundante. Con una orientación estratégica al norte, el proyecto capitaliza la luminosidad natural y asegura vistas panorámicas del Lago La Caleta en cada rincón, creando una atmósfera de paz y sofisticación.
El diseño de interiores, a cargo de la diseñadora María Clara Guerra y la Arquitecta María Noboa, eleva la experiencia residencial, convirtiendo los espacios comunes en áreas vivenciales de altísimo nivel. Guerra y Noboa desarrollaron una propuesta que rompe con la tradicional segmentación entre los espacios compartidos y la vida privada, consiguiendo una transición fluida y natural entre ambos. Inspiradas en la noción de que estos ambientes pueden y deben sentirse como una extensión de la vivienda, concibieron una serie de espacios que invitan a los residentes a apropiarse de ellos de manera personal y a experimentar una conexión emocional con cada área.
La disposición y elección del mobiliario cumplen con un rol fundamental en este sentido. Se emplearon piezas modulares y de baja altura, lo que no solo facilita la flexibilidad en la disposición según las necesidades de los habitantes, sino que también permite una integración visual con las vistas del lago, preservando la sensación de amplitud y apertura. Las líneas son limpias y relajadas, un reflejo de la arquitectura contemporánea, mientras que los tonos neutros en beiges, negros y grises aportan una elegancia discreta que no compite con el entorno, sino que lo complementa. En la zona kids de la barbacoa, la incorporación de colores pastel añade un toque de dinamismo sin perder la cohesión estilística. Los materiales empleados fueron seleccionados con extremo cuidado, priorizando aquellos de alta resistencia y durabilidad, capaces de soportar el uso frecuente sin perder su carácter estético. El equipamiento, importado especialmente de Europa y Brasil, otorga una impronta cosmopolita y distintiva que eleva la calidad de los espacios, reafirmando la identidad única del proyecto.
En el corazón de este espacio residencial se encuentra el Lake House, un refugio diseñado no solo para el disfrute individual, sino también como un centro de convivencia. Las dos grandes salas cuentan con barbacoa, una cocina gourmet y áreas de estar con estufa a leña que evocan un ambiente acogedor y versátil, ideal para reuniones familiares o eventos sociales. En el cowork, se ha logrado una atmósfera productiva y a la vez acogedora, con una gran mesa de trabajo y una zona más distendida junto a una estufa a leña, promoviendo un equilibrio entre funcionalidad y confort en un espacio que, de nuevo, aprovecha las vistas privilegiadas al lago.
Las áreas de descanso y el equipamiento en esta zona han sido pensados para maximizar el confort y permitir a los residentes una conexión plena con el paisaje, convirtiendo cada instante en una experiencia de lujo en contacto con la naturaleza.
Fotografías Eugenia Daneri