El proyecto original demandaba una casa y un galpón para el trabajo en artes plásticas de una pareja argentina. El lugar, una fracción de campo con costas sobre un arroyo en la zona de Edén Park, antes de la boya petrolera antes del balneario Buenos Aires, resultó subyugante para Diego Montero, que optó por comenzar por el galpón.
Los habitantes deseaban, tal vez al modo de Thoreaux, un espacio en el campo donde pasar su tiempo libre trabajando en su pasión por las artes plásticas. Se trataba de generar el contenedor para albergar una vida simple, natural y en franco contacto con las maravillas paisajísticas del lugar.
… comencé a jugar con la idea de una estructura simple, en chapa acanalada color azul, la idea era jugar con el verde del lugar y generar un diálogo distinto. En atención a la función que desempeñaría el galpón, funcionar como taller de trabajo para artistas plásticos, debía contar con luz natural y una orientación muy precisa. Al mismo tiempo me animaba la idea de generar cierta tensión en la estructura de modo tal de alcanzar un volumen plástico. Así comienzo a trabajar con ese delicado ángulo que me permitió lograr algo distinto…
El resultado trasciende al programa inicial y funciona como una casa, una casa azul. La gran altura de la estructura ha permitido construir un entrepiso en una de las alas de la estructura que en su centro cuenta con amplias aberturas donde se centra el trabajo de los habitantes. Las caras interiores de la estructura mantienen el carácter rústico pretendido entonces fueron revestidas con láminas de BKF que le confieren una terminación distinta y a la vez mejoran el comportamiento térmico.
El equipamiento es básico y en consecuencia sigue el plan. En una de las alas se ubican la cocina, el baño y un depósito y en el otro extremo el entrepiso que contiene un dormitorio y debajo del cual, a nivel de planta, se ubica un cómodo sofá. En el centro, abierto y limpio, el área de trabajo.