L’Auberge en Punta del Este. Carolina Aguiar

Carolina Aguiar ha sabido convertir cada rincón de L’Auberge en una declaración de elegancia y atemporalidad, revelando un enfoque de interiorismo que respeta la tradición, pero la renueva con un toque magistral. A lo largo de sus intervenciones en este legendario hotel de Punta del Este, Aguiar ha trabajado en perfecta sintonía con su historia y su arquitectura de estilo normando, preservando su esencia clásica mientras le aporta frescura y sofisticación. Amiga personal de Cristina Charquiriand, Aguiar ha llegado a conocer con detalle cada metro del establecimiento al que le resulta imposible no vincular con una historia o una inquietud que tenga a Cristina como protagonista. Ha transformado tanto las áreas privadas como las comunes del hotel, dotándolas de una atmósfera única. Entre sus intervenciones más significativas está la reforma de la recepción junto al arquitecto Andrés Queirolo hace nueve años, que capturó una estética acogedora y clásica, y recientemente la renovación de la máster suite familiar junto a la arquitecta Victoria Kliche, donde cada detalle está pensado para la calidez y el confort sin desentonar con el carácter del espacio. Las suites adicionales, el baño social y los espacios comunes también recibieron su toque, integrando materiales nobles, textiles cálidos y una sutil mezcla de mobiliario contemporáneo y piezas vintage. El hotel L’ Auberge, con su torre diseñada por el arquitecto argentino Arturo Dubourg y construida en el año 1947, es un ícono en el paisaje esteño, una obra maestra que, aunque proyectada como depósito de agua, se ha consolidado en una joya arquitectónica y un símbolo de sofisticación. La intervención de Aguiar en el hotel revela una comprensión profunda de su valor histórico, resaltando el diseño sin eclipsar su esencia. La fusión entre tradición y actualidad en cada espacio evidencia su habilidad para respetar y revitalizar un entorno patrimonial, logrando que no sea no solo un lugar para alojarse, sino una experiencia de estilo y cultura.  que inevitablemente se vincula a la figura de Cristina Charquiriand, amiga personal de Carolina Aguiar. Se conocieron treinta y cuatro años atrás y desde entonces se generó una fortísima relación personal que llegado el momento se trasladó en confianza hacia la esfera profesional de Carolina, que comenzó a ocuparse de actualizar, diseñar y concebir los espacios comunes, suites y también los espacios exteriores con sus maravillosos jardines. La emoción de Carolina al recorrer las instalaciones del L´Auberge tiene nombre y apellido. Son los de su inseparable amiga con quien vivió momentos muy intensos en ese edificio. Es el caso de la impronta que juntas desarrollaron para concebir un espacio único, el factor sorpresa, cada habitación debía ser distinta, única. El vigor, la rectitud y el especial encanto de Cristina se ocuparon del resto, era descrita por sus empleados no como una jefa, sino como un líder natural al que se debía seguir. Y recibir a los huéspedes, sorprendiéndolos cada vez con un nuevo detalle, entre otras muchas condiciones, la convirtieron en la mejor anfitriona de la ciudad. La pieza que se exhibe en el vestíbulo, una -Garota de Ipanema- regalo de una asidua pasajera del hotel, es prueba del efecto que la experiencia de vivir en L´Aauberge significa. Es por esa razón que, al momento de describirlo y detenerse en algunas de sus intervenciones, Carolina lo define como algo más que un hotel; es una narrativa arquitectónica que encapsula la esencia de Punta del Este a través de su evolución y su permanencia. Y en esta condición descansa la responsabilidad de cada intervención que se practica en sus espacios. A lo largo de los años, el trabajo de Carolina Aguiar ha inyectado una dosis de modernidad en cada rincón de L’ Auberge, siempre en sincronía con su estética atemporal. En colaboración con el arquitecto Andrés Queirolo y, más recientemente, junto a la arquitecta Victoria Kliche, Aguiar ha intervenido en áreas clave —desde la recepción hasta la suite principal y las habitaciones adicionales—, cuidando cada detalle y manteniendo la autenticidad del espacio. Gracias a estas intervenciones, el hotel ha logrado una fusión entre el pasado y el presente, donde la rica historia de L’Auberge se vive como un ambiente refinado y cálido, evocando un pasado de elegancia sin renunciar a la comodidad contemporánea.

 

Carolina Aguiar Zorrilla de San Martín inició su carrera como diseñadora de espacios interiores, trabajando junto a su madre en diversos proyectos. Uno de los más destacados fue el Club de Polo de Héctor Barrantes, donde tuvo la oportunidad de conocer al arquitecto Juan José Saavedra, quien más tarde se convertiría en su mentor profesional. A lo largo de su carrera, Aguiar Zorrilla se consolidó como una figura clave en la edad dorada del diseño y la decoración de Montevideo y Punta del Este. Realizó intervenciones en numerosas residencias privadas, como la casa del arquitecto Juan Diego Vecino, así como en proyectos emblemáticos como el hotel Posada del Faro de José Ignacio, en colaboración con Eduardo Strauch; la Joyería Rosello en la Ciudad Vieja. Junto a los arquitectos Falkenstein y Urrutia, las oficinas de Juan Pedro Damiani, en conjunto con el arquitecto Carlos Ponce de León, las oficinas del contador Dovat en Zonamérica y las oficinas de Gerardo Zambrano con el estudio Butler Zambrano.  Su formación ha sido vasta y enriquecedora, llevándola a viajar por el mundo en busca de nuevas fuentes de inspiración. Ha recorrido Egipto en nueve ocasiones, siendo El Cairo casi como su segunda casa. Roma, por su parte, fue una ciudad que visitó innumerables veces hasta decidir residir allí durante un tiempo, donde fundó una empresa que le permitió comprar y exportar muebles hacia Uruguay. Además, es una frecuente visitante de las principales ferias de diseño, como las de Milán, Casa Cor en San Pablo y Porto Alegre, y Casa Foa en Buenos Aires. Fue también una destacada expositora de las exposiciones de ANTAÑO, organizadas en Uruguay hasta 1990, donde mostró su pasión por el diseño y el arte. Las numerosas intervenciones de Aguiar Zorrilla en los espacios del hotel L´Auberge no solo reflejan su talento profesional, sino también la estrecha relación personal que logró establecer con su propietaria.

Fotografías Nico di Trápani

Ads

Lecturas recomendadas

DSC_2502
Leer más
_MG_0572-HDR
Leer más
PATIO_BACK_3593-PDP-DM-1
Leer más