En esta obra, se aprecia una clara evolución en su estilo, donde la funcionalidad y la estética se conjugan a la perfección para crear un espacio único. En el corazón del Barrio San Nicolás, se alza esta imponente casa que refleja la esencia de la arquitectura contemporánea en perfecta armonía con el entorno natural.

La casa se presenta como un gran bloque que dialoga con el entorno tradicional del barrio. Su fachada principal, sólida y robusta, conjuga tonalidades puras que se integran armoniosamente al contexto. La distribución en forma de “L” genera un patio central que funciona como pulmón verde, conectando los espacios interiores con la naturaleza circundante. Cada detalle en esta obra es una expresión del cuidado y la precisión con los que el estudio de arquitectas aborda cada proyecto. Las aberturas delgadas y verticales permiten una entrada de luz natural controlada, brindando privacidad al mismo tiempo que permiten disfrutar de la calidez del sol. La asimetría del conjunto y la cuidadosa selección de materiales, como el hormigón y la piedra gris, denotan un diseño innovador y singular. La iluminación juega un papel fundamental en la creación de atmósferas cálidas y acogedoras, destacando los elementos arquitectónicos y creando ambientes llenos de personalidad.

Al ingresar a la casa, nos encontramos con un gran ambiente central en planta baja que alberga un living comedor sobrio y elegante. El hogar a leña se convierte en el protagonista de este espacio, creando un ambiente cálido y acogedor que invita a la reunión y el disfrute en familia. Un sofá en forma de “L” en tonos neutros ordena los espacios y facilita la fluidez entre ellos, mientras que la paleta de colores oscila entre tonos neutros y oscuros, creando un ambiente sofisticado y acogedor a la vez. Las grandes aberturas conectan el interior con el patio exterior, generando una sensación de amplitud y luminosidad que se extiende por toda la planta.

En la planta superior se encuentran los dormitorios y espacios privados de los habitantes, todos ellos con vistas privilegiadas al entorno natural.

La privacidad y el confort son los pilares fun damentales de este diseño, creando un refugio íntimo para el descanso y la relajación. Cada habitación refleja la personalidad de sus habitantes, con detalles únicos que las convierten en espacios llenos de calidez y confort. El jardín del fondo completa la planta en “L” con un apéndice que da lugar a una amplia barbacoa que se integra a la perfección con la piscina. Este espacio de esparcimiento invita a disfrutar del aire libre y compartir momentos. Esta casa es un claro ejemplo del talento y la sensibilidad de Berthet-Méndez-Taranto. Un proyecto que combina contemporaneidad, funcionalidad y respeto por el entorno. Esta obra es un reflejo del compromiso del estudio con la creación de espacios habitables que sean a la vez bellos y funcionales, donde la vida cotidiana se desarrolla en armonía con la naturaleza y la esencia del barrio.