Vivir el futuro, Carlos Alberto Lecueder

Los procesos de desarrollo y crecimiento de las ciudades siempre son la consecuencia del sueño, arrojo y voluntad de hombres que los conciben y luego arriesgan todo en procura de concretarlos. Ciertamente es una actividad lucrativa, pero importa saber que al revisar y estudiar el fenómeno descubrimos que los réditos y ganancias no suelen ser el motor principal de aventuras animadas por espíritus que no pueden evitar mirar más allá del horizonte. En el caso de los emprendimientos inmobiliarios y comerciales que han transformado la realidad urbana en nuestro país en los últimos cincuenta años, la historia es particularmente rica e intensa y al narrarla resulta imposible abstraerse de algunos hombres o familias que se asocian, indisolublemente, al proceso. Es el caso de Luis Eugenio Lecueder y su familia, que han sido motor y potencia para los más importantes hitos urbanos de las últimas décadas.

 

El Contador Luis Eugenio Lecueder participó activamente en el desarrollo para la construcción de treinta y cuatro edificios en Punta del Este y Montevideo. Como promotor y administrador se vinculó con algunos de los estudios de Arquitectura de mayor prestigio de su época, como el caso de Gómez Platero – López Rey, con quienes se viabilizaron algunos de los desarrollos más importantes del momento.

Aún recuerdo la singular elocuencia y entusiasmo de Luis Eugenio Lecueder, su figura delgada y siempre ágil. Lo conocí en su estudio del centro, ubicado en un octavo piso de la calle Convención, entonces, era el año 1984, promovía la construcción de Montevideo Shopping Center. La entrevista que preparaba para publicar en el diario El País me permitió compartir una hora con él. Entonces no todos creían en la idea de un emprendimiento de esas características funcionara en nuestro país y mi entrevistado no tenía ninguna duda, estaba convencido ya no sólo del éxito de su proyecto, sino de que se trataba del inicio de una nueva era para la ciudad de Montevideo. Y el tiempo le daría la razón, el centro comercial ubicado sobre la avenida Luis Alberto de Herrera, primer Shopping en el Río de la Plata, fue el inicio para el desarrollo del proceso de nuevas centralidades en la ciudad y el nacimiento de una nueva era para la vida comercial en el país. Este primer gran Mall le siguieron luego Portones de Carrasco y Tres Cruces. La experiencia trajo consigo la especialización en este formato, lo que significó entonces el concurso del Estudio Lecueder en emprendimientos en distintas provincias de la República Argentina y también en Paraguay.

En los años noventa, el Estudio Luis E. Lecueder, dirigido por Carlos Alberto Lecueder -uno de sus cuatro hijos-, inicia el desarrollo que consolida el proceso de nuevas centralidades que modificarían definitivamente la realidad urbana de Montevideo; con la construcción de las primeras torres del World Trade Center, proyectado por los arquitectos Ernesto Kimelman y David Flom, y que junto a Montevideo Shopping constituye hoy todo un mundo que incluye shopping, torres residenciales, corporativas, hotel y zonas francas. Vino luego el crecimiento en el interior, con los shopping y terminales de Salto, Paysandú y Mercedes, el shopping de Colonia, mientras que en Montevideo se desarrollaba Nuevo Centro Shopping y el año pasado, Plaza Italia. En todos los casos con el Estudio del arquitecto Martín Gómez Platero.

Encuentra la nota completa en Revista Arquitectura&diseño #166

Redacción Diego Flores

Fotografía Estudio Lecueder

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