El proyecto fue muy claro desde el comienzo, a raíz de cómo se presentaba el terreno. El mismo es muy estrecho de frente, con un lateral de 45mts de costa, por lo que se priorizó que todos los ambientes tuvieran vista al lago. De esta manera, se optó por un partido lineal, generando un volumen de hormigón volado en Planta Alta, que oficia como soporte estructural, evitando la necesitad de vigas de gran magnitud.
Los volúmenes que conforman el proyecto resultan en una simplicidad formal que es encantadora. La casa se desarrolla en dos plantas y funciona con gran versatilidad en su recorrido. El volumen rectangular de hormigón visto en Planta Alta, le otorga contundencia. La Planta Baja se trabaja como un espacio continuo y liviano, con transparencias, que fluye hacia el exterior a través de grandes ventanales.
En fachada, se superpone un muro ciego de piedra, cerrando la vivienda hacia el espacio público. Sobre este, reposa el volumen de hormigón, volando sobre el acceso peatonal y generando un ingreso techado. Para marcar el ingreso, se utilizan materiales nobles como la piedra y un revestimiento de madera de lapacho natural que le brinda calidez a la obra.
En el interior, nos encontramos con un hall de acceso, donde se ubica la escalera, tras un tamiz de madera que permite el juego de luces y sombras. La Planta Baja se distribuye de forma tal que una gran banda central funciona como el corazón de la vivienda, y dos bandas más pequeñas a los laterales ofician de circulación. En esta banda central encontramos ubicados los servicios esenciales como la circulación vertical, la cocina, living-comedor y el parrillero. A partir de esta banda, surgen otras habitaciones como el estar, la sala de música, la zona de servicio y cochera. Estos locales se sirven de la banda principal que articula y define a la vivienda. En Planta Alta, encontramos una serie de dormitorios distribuidos a lo largo de un amplio pasillo. Se genera una doble altura sobre el sector del living comedor, que separa al dormitorio principal del resto de los cuartos, otorgándole mayor privacidad.
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Redacción Diego Flores
Fotografía José Pampín / Estudio Queirolo Cantera
