Este Edificio proyectado por el Estudio del Arquitecto Marcelo Daglio se ubica en un terreno de características únicas, sobre la rambla Lorenzo Batlle de Punta del Este. La propuesta de implantación y la arquitectura del edificio han sido desde un inicio un gran reto a la hora de comenzar a proyectar.
Este emprendimiento fue precedido por el inicio de las obras en el Hotel San Rafael y se viabilizó a partir de la demolición de otra casa icónica en la zona, casa que además da lugar al nombre del nuevo edificio. A partir de ese contexto, el Arquitecto Marcelo Daglio estudio al detalle el proyecto de modo tal de generar el menor impacto posible en el paisaje del lugar y el vecindario. Por esa razón el edificio está implantado en la parte central del terreno, retirado veinticinco metros del límite frontal sobre la rambla. Esta ubicación permite mantener una distancia hacia los lotes vecinos, variando entre 50 a 70 metros de distancia, y que el volumen del edificio impacte de manera armoniosa desde cualquiera de las visuales desde la rambla, destacando su particular silueta.
La Arquitectura en este caso, logra un aspecto destacado y singular, marcando una fuerte presencia para la zona, con su fachada fuertemente escalonada hacia el mar, con sus terrazas profundas y en voladizo. Esta idea estética refuerza la intención de mitigar el impacto visual que se generaría si el edificio fuera un prisma como el resto de los que se han construido en la zona y con similares características. Seguramente esta forma propuesta, más orgánica y con un movimiento rítmico y pausado será de mejor acogida para el engarce con el entorno paisajístico del lugar.
El volumen del edificio intenta jerarquizar definitivamente las vistas hacia el mar y es por tanto que se da en su fachada sur, una sucesión de planos, entre llenos y vacíos que se van escalonando en forma alternada, adelantándose a la manera de voladizos los planos llenos, generando un juego de claroscuros, con fuertes sombras proyectadas entre ellos, dotándolo de un atractivo plástico por demás particular. Por otro lado, en el sector norte, se concentrarán todas las circulaciones tanto peatonales como vehiculares de accesos al edificio, así como también las actividades recreativas y de esparcimiento.
El ingreso al edificio se genera por la fachada trasera, que se orienta hacia la calle paralela a la rambla. Allí se marca un camino de doble circulación bordeado de cipreses, libera la fachada principal de esa responsabilidad y contiene el gran movimiento que por su ubicación no impacta en la rambla.
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Redacción Martín Flores
Fotografía Estudio Daglio