La casa del arquitecto está implantada en un terreno de dos hectáreas, con un frente de 50 metros sobre Camino Los Horneros y un retiro de 100 metros a efectos de evitar interferencia de ruidos y movimientos. Proyectada para el disfrute junto a su familia, la intensión se hace notar en el diseño de lo que resulta un hogar amplio y funcional. El planteo en dos niveles permite que la planta baja se destine para servicios y vida social de la familia y le otorgue a la planta alta mayor privacidad.
Es importante destacar que los ambientes tienen techos muy altos, de cuatro metros y medio en living, comedor y hall de entrada. Las aberturas de tres metros de altura fueron compradas a la empresa que demolió la casa de sus abuelos, una de las ultimas emblemáticas de Pocitos. Esta condicionante es significante a los efectos de proyecto, logrando ambientes muy generosos en las tres dimensiones.
El espacio de recepción ubicado en planta baja organiza la casa en dos sectores, hacia la izquierda se encuentra el sector más íntimo de cocina, comedor diario, sala de estar para los chicos y dormitorio de servicio al fondo; hacia la derecha se ubica el salón principal compuesto por comedor y estar diario con estufa, vinculado mediante amplios ventanales a la terraza exterior y revestido con piso de madera pintada de gris oscuro. Hacia el frente se encuentra el escritorio de trabajo del arquitecto y el baño social.
Procurando mantener la intimidad, la planta alta se resuelve a partir de un doble acceso, desde el ala izquierda en planta baja se accede a un hall de distribución hacia dormitorios y baños de los chicos, y desde el escritorio personal se llega a un hall previo al dormitorio principal y baño, ubicado en el área derecha de la casa. El elemento conector de ambos sectores es un entrepiso liviano con piso de Pinotea sobre el hall de acceso, ambiente utilizado para lectura y estudio.
Una generosa terraza del largo de la casa rematada por la estufa a leña que muchas veces oficia de parrillero, conforma un agradable estar exterior, ideal para disfrutar atardeceres con vistas infinitas hacia el paisaje campestre, dando la sensación de estar en el interior rural.
Tanto el arquitecto como su esposa han sido los encargados de realizar la ambientación de los espacios interiores con objetos y muebles de remates, algunos heredados, de demoliciones y otros de su autoría, en fibras naturales, cuero y madera. La decoración complementa las materialidades existentes, pavimentos en cemento lustrado y madera llevada a gris, paredes en colores neutros; confiriéndole a los ambientes amplios y luminosos un toque rústico y cálido.
Fotografías Nico di Trápani
