En este proyecto se priorizó tanto el área de jardín como el espacio social. A partir de esta circunstancia, la vivienda fue diseñada en dos plantas, lo que permitió generar una mayor privacidad en la planta alta, donde se concentran los dormitorios. Por otro lado, en la planta baja se decidió compartimentar los espacios incorporando puertas corredizas, en la búsqueda de generar ambientes más dinámicos. En el exterior, el juego de volúmenes, combinado con las tejas y molduras, arroja una fuerte impronta de estilo colonial con un toque contemporáneo. La escalera proyectada comunica las áreas de uso social con los ambientes privados. Un gran ventanal en altura logra conectar el circuito y aligera los espacios comunicándolos a través de la luz natural.
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Redacción Martín Flores
Fotografía José Pampín