Era una casa plana de 77 m2, la cual se reformó desarrollándola en dos plantas con un área interior de 278 m2, más galerías y pérgola con parrillero. Se buscó un estilo inglés a pedido de sus propietarios. Sus techos interiores en madera color blanco y sus exteriores en pizarra gris grafito, con paredes claras y ventanas a cuadros blancas que refuerzan su aire de la campiña inglesa. Lo que en un principio era su living pasó a ser el estar abierto a una hermosa cocina con office que se cierra a la recepción por puertas corredizas vidriadas, conformando así su área íntima. Su hall de entrada recibe con su escalera y toilette de visitas desde donde por un lado se va a la recepción y por el otro al área íntima de estar. El living comedor de doble altura con la estufa vertical y dos ventanas estilo inglés que encuadran la misma. Grandes ventanales permiten admirar el hermoso jardín diseñado por su dueña.
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Redacción Diego Flores
Fotografía José Pampín / Estudio Rienzi