La casa se define a partir de sus ambientes que fueron diseñados como espacios integrables. Todos están orientados hacia el jardín y sus grandes ventanales incorporan el paisaje al ambiente. En esta obra la arquitectura conjuga modernidad e inteligencia. Se trata de una casa en Barrio Parques, que asocia aires contemporáneos, que se relacionan de manera particular con la arquitectura tradicional. Molduras trabajadas recorren la construcción y pautan el carácter de la fachada por medio de la composición en cuanto a la volumetría y el juego de planos superpuestos. La casa consta de dos plantas claramente definidas. La planta baja se concibió teniendo en cuenta las necesidades de la vida moderna, por lo que además del living comedor, estar y cocina, se proyectó un amplio escritorio al frente, cuyo cerramiento de doble hoja permite generar privacidad. En la fachada posterior se destaca una gran galería donde se ubicó el parrillero y conjuga la doble función de ser además una terraza para los dormitorios.
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Redacción Diego Flores
Fotografía Estudio Rienzi