La casa se desarrolla asimétricamente en forma de L, formato que acentúa la visión que reinterpreta la idea original de la casa de campo. A
quella visión, aquí ajustada a nuestro tiempo, se define a partir de severas líneas rectas que se suavizan con una estética colonial, lo que genera un diálogo que resulta atemporal y vigorizante.
La figura del patio, también presente en el programa tradicional de las casas de campaña, aparece desdibujando el límite interior-exterior y generando una interfaz entre el sector social de la casa y el sector íntimo, asignando mayor privacidad a este último. La sala de estar y comedor coexisten en el mismo ambiente y están claramente divididos en la ambientación gracias al mobiliario y al encuadre que propone la proyección en las distintas aberturas.
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Redacción Diego Flores
Fotografía José Pampín