ALGORTA-PI

Carolina Algorta y Elena Pi, egresadas de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo UDELAR, se conocen desde sus años de facultad. En el año 2012 decidieron fundar el Estudio Algorta-Pi Arquitectura.

“La arquitectura nos encanta. Nos apasiona todo el proceso que implica un proyecto de arquitectura: la búsqueda de la idea, encontrar lo que para nosotras es la mejor solución para un problema dado y diseñarla; desarrollar el proyecto, dibujarlo, estudiar los detalles; y finalmente construirlo, pisar la obra, conversar las opciones con los obreros, encontrarnos con nuevos problemas y buscar nuevas soluciones. En todo momento de este proceso buscamos que las decisiones que tomamos, ya sean formales, materiales o constructivas, tengan una justificación coherente y ajustada al proyecto.”

Desde hace varios años, las arquitectas mantienen un vínculo muy cercano con la Facultad (FADU, UdelaR), tanto desde la docencia como desde la investigación. La actividad académica las mantiene actualizadas y así, convencidas de que ese vínculo enriquece la forma en que afrontan la actividad profesional lo mantienen.

Casa en Punta Colorada

Se trata de una vivienda cerca del mar, pero que será habitada durante todo el año. El encargo pedía que el living comedor tuviera el techo en doble altura y una buhardilla que balconee a este espacio, una cocina integrada al espacio social, cuatro dormitorios iguales (uno para cada hijo) y en la planta alta la suite principal. El terreno es amplio y ofrece distintos paisajes en cada orientación: al este el fondo y un bosque de pinos marítimos; al norte el reparo del viento marino y el sol; al frente el oeste, una cañada-bosque público, y al sur el mar. A partir de esta oferta del sitio, el proyecto busca que la casa se abra a los cuatro lados, con la intención de que todos los espacios de la casa capturen alguna de estas características. Así, el espacio de comedor se conecta con el parrillero y se abren al fondo, apropiándoselo. Estar adentro es como estar afuera. El living se abre al norte, para capturar el sol desde el lugar de estar. Los dormitorios, dan al frente, pero mantienen la privacidad con una serie de ventanas colocadas a noventa centímetros de altura desde el piso, que permiten que una persona acostada pueda mirar los árboles que enmarcan la cañada, sin ser vista desde la calle. El dormitorio principal, separado del resto, en la planta alta, mira al mar. Mientras una terraza amplia de uso común extiende la buhardilla, transformándola en el lugar ideal para disfrutar el atardecer. Los amplios ventanales se cierran con postigos de tablas de pino. La separación entre tablas permite ventilar la casa en las noches de verano, aun cuando los postigos están cerrados. El pino, que se mantiene rústico, sin pintar, hace de contrapunto para las paredes blancas y las líneas rectas de la casa.

Ads

Lecturas recomendadas

B53A7317 copy
Leer más
Summum Alta-17
Leer más
CCCC Alta-14
Leer más