Esta extraordinaria urbanización se ubica en Manantiales, un balneario uruguayo localizado en la zona sur del departamento de Maldonado, a 13 km de la península de Punta del Este, sobre la ruta 10. Allí, un privilegiado enclave natural compuesto por 81 lotes integrados a un entorno natural, donde prima la privacidad, seguridad y la sofisticación de un exclusivo servicio seis estrellas. En una explanada verde con una ligera pendiente que se eleva de cara al frente oceánico, sirve de escenario para el despliegue de una casa de verano tanto única como poco convencional.
El proyecto estuvo a cargo de la oficina A4 Estudio y consiste en una composición volumétrica de carácter vanguardista, hecha a partir de volúmenes prismáticos regulares, ordenados según un esquema de peine. Orientados de cara al frente oceánico, cuatro volúmenes longitudinales y paralelos son interceptados por un quinto volumen que, al ser también longitudinal, se alinea de forma perpendicular al resto configurando así una unidad funcional.
La multiplicidad de volúmenes, vacíos y alturas sirve para construir un degradé de áreas que da cuenta no solo del programa doméstico, sino también de un nutrido programa social y de ocio. Tratándose de una casa de verano de alto perfil, los requerimientos espaciales van más allá de lo meramente utilitario, otorgándole gran peso a espacios dispuestos tanto para la diversión en grupo como para el descanso y la contemplación en solitario.
Al ser una edificación de grandes áreas y recorridos, el continuo espacial termina por constituirse en una promenade arquitectónica. Esta va conduciendo a residentes y visitantes a través de un recorrido variado y vibrante que se materializa en una secuencia de paisajes naturales y paisajes internos; áreas abiertas, áreas cubiertas y áreas internas; enclaves y patios; espacios iluminados y espacios de sombra.
Si bien la materialidad posee variaciones y acentos, en general es bastante sincrónica. Básicamente, esta se resuelve a partir de grandes planos de hormigón armado, estructura metálica y recubrimientos de madera pintados en color ceniza, recubrimientos de madera en tonos naturales, ventanales amplios y antepechos acristalados, patios secos recubiertos de gravilla, una iluminación impecable y adaptada a los requerimientos de cada espacio, y un mobiliario sobrio y depurado de tonos claros.
Sin duda, se trata de una arquitectura que da testimonio de su tiempo. Con formas y lenguaje contemporáneos, esta casa construye a partir de la tensión un lugar tan extraño como atractivo. Así, mirarlo y mirar a través de él resulta igualmente interesante. Más aun, el universo de opciones espaciales que recrea su cuerpo de múltiples extremidades construye un complejo espacial en el que lo doméstico se despliega en un sinfín de matices. La vivencia de esta arquitectura es única, como único es ahora el paisaje, acentuado por este nuevo ser.
Fotografías Estudio A4
