Este proyecto genera un diseño singular que se encuentra pensado en el paisaje de Barrio Parques, en Montevideo, una urbanización que abraza el concepto de «barrio jardín». Lo que lo hace aún más notable es la complejidad de la tarea de construir viviendas colectivas en un entorno en el que predominan las viviendas individuales. Este proyecto no solo cumple con creces la tarea de insertarse en este entorno, sino que también, a través de un concepto integrador, ofrece unidades que fusionan la comodidad de las casas con una arquitectura que destaca al realzar la riqueza paisajística del entorno.
El complejo de edificios se compone de dos grandes bloques simétricos que dialogan en un diseño que atrae. Los arquitectos han logrado un equilibrio único mediante la introducción de voladizos etéreos revestidos en madera que sostienen visualmente estos edificios. Esta disposición crea espacios al aire libre, patios y jardines compartidos que se integran perfectamente con el entorno natural. La estructura de estos edificios es un ejemplo de organicidad, donde la pureza del hormigón premoldeado se combina con revestimientos estratégicos de madera en ciertas áreas de los edificios.
Los voladizos que componen las unidades no solo son estéticamente atractivos, sino también funcionales. Además de inyectar dinamismo arquitectónico, estos voladizos generan espacios para terrazas privadas y vegetación que se integra armoniosamente en la estructura. Trento consta de treinta y tres unidades de dos y tres dormitorios, distribuidas en dos torres. Las unidades cuentan con jardines privados, amplias terrazas con parrillero y pent-houses con azoteas exclusivas, gestos que acentúan la intimidad necesaria en un contexto de residencias múltiples.
Encuentra la nota completa en Revista Arché #183
Redacción Martín Flores
