En una de las zonas más nuevas del barrio San Nicolás, se levanta esta casa que nace del desafío de construir identidad en un entorno aún en desarrollo. Desde el primer dibujo, el objetivo fue claro: darle a la casa un carácter propio, con presencia, pero también con una integración sutil a su contexto.
Ubicada en un terreno en esquina, el proyecto aprovechó esta condición particular para desplegar dos fachadas protagónicas. La implantación, resuelta con el nivel interior elevado tanto de la casa como del jardín, permite que la casa se pose con naturalidad por encima del entorno inmediato, casi como si flotara sobre el barrio.
El volumen superior, blanco y liviano, parece volar. Su forma se quiebra suavemente (como si estuviera chaflanado) y se apoya finalmente sobre pilares en forma de V que lo anclan con elegancia. La fachada se organiza con parantes verticales que le dan ritmo y transparencia, generando un juego de luces y sombras que cambia a lo largo del día.
Debajo, la planta baja se reviste en piedra oscura, creando un contraste fuerte y decidido con la blancura del volumen superior. Este gesto material no solo genera equilibrio, sino que aporta peso visual y arraigo al conjunto. El volumen del parrillero corre por debajo del segundo nivel, y una buña lo separa sutilmente, logrando que se perciba aún más ligero, casi suspendido.
Los espacios interiores fueron pensados para abrirse al exterior: tanto el living como el área del parrillero se conectan visual y físicamente con la galería, el jardín y la piscina. La idea de amplitud se refuerza con grandes cerramientos corredizos de aluminio, de piso a techo, que borran los límites entre adentro y afuera. Desde las terrazas de los dormitorios, la cubierta del parrillero también se vuelve parte del paisaje doméstico.
El subsuelo aloja un gimnasio, un playroom y un garage, completando un programa amplio y versátil, pensado para una vida dinámica, en movimiento y con distintas escalas de uso.
Esta casa refiere a una reinterpretación de la vivienda tradicional, que se apoya en el diseño para combinar presencia, funcionalidad y belleza.
Fotografías Santiago Chaer y Juan Nin
