Bilú Riviera se levanta como un manifiesto arquitectónico donde la historia y la modernidad convergen en un equilibrio magistral. Diseñado por el estudio Gómez Platero, este proyecto reinterpreta con sensibilidad el legado del icónico Hotel Riviera, ubicado sobre la Rambla República de México y 6 de abril. La fusión entre la riqueza arquitectónica del Art Decó de los años 60 y las líneas depuradas del diseño contemporáneo genera una atmósfera singular, donde el pasado es evocado con elegancia y el presente se expresa con audacia.
El diálogo entre épocas que propone el diseño de la estructura resultante encuentra su continuidad en el interiorismo, donde cada elección estética responde a una visión que respeta la memoria del edificio original sin renunciar a la vanguardia. Los apartamentos modelo materializan esta síntesis, ofreciendo una experiencia de habitabilidad que oscila entre la calidez de lo clásico y la sofisticación de lo actual.
El apartamento de dos dormitorios es un tributo a la atemporalidad, con una propuesta donde la sutileza de los materiales nobles establece un vínculo directo con la arquitectura original. La madera de roble, el cuarzo y las fibras naturales dialogan con una paleta de colores neutros, donde los tonos beige funcionan como nexo entre el refinamiento del pasado y la serenidad del diseño contemporáneo. El mobiliario de líneas simples y depuradas enfatiza la idea de continuidad espacial, mientras que la generosa entrada de luz natural potencia la relación con el entorno. La presencia de un espacio exterior cuidadosamente diseñado refuerza el concepto de habitabilidad fluida, ofreciendo un refugio ideal para el esparcimiento y la contemplación. En contraste, el apartamento de cuatro dormitorios introduce un giro audaz en la narrativa visual del proyecto. Aquí, la utilización estratégica del color en piezas clave, como un sofá de presencia escultórica, introduce una nota de contemporaneidad que desafía la neutralidad predominante. Este gesto disruptivo evoca el espíritu innovador del movimiento Art Decó, reinterpretándolo con un lenguaje moderno. Obras de arte de gran formato y luminarias suspendidas acentúan la verticalidad del espacio, generando una iluminación indirecta que subraya la teatralidad del conjunto sin restarle calidez.
Bilú Riviera es solo un ejercicio de restauración arquitectónica; y también es una declaración sobre cómo el diseño interior puede servir de puente entre épocas. Su propuesta trasciende la simple funcionalidad para convertirse en una experiencia estética donde la memoria del lugar se preserva y se reinterpreta con una visión contemporánea. En esta obra, lo clásico y lo moderno no compiten, sino que coexisten en un equilibrio exquisito, reafirmando que la verdadera sofisticación radica en la capacidad de hacer dialogar el tiempo con el espacio.
Fotografía Altius Group