Las casas y la bahía, JDVA

Lagos para todos

El estudio JDVA es responsable del diseño de dos de los proyectos que confieren singularidad al proyecto Lagos. Con Las Casas y La Bahía, el barrio incorpora habitantes que no necesitan adquirir grandes predios o casas individuales y aún así pueden optar por la calidad de vida que propone el exitoso emprendimiento.

El sentido en la definición de los llamados barrio jardín en el entorno urbano que se conforma en las afueras de Montevideo, así como en los márgenes del aeropuerto de Carrasco, lleva consigo una propuesta de vida más natural, de conexión con el entorno y su paisaje agreste, y le otorga calidad de vida a quien los habite. El concepto de seguridad también importa, pero es necesario saber que se relativiza en la medida en que prima el concepto de comunidad. En los hechos, las nuevas urbanizaciones recrean la vida barrial de la segunda mitad del siglo pasado y proponen una vida más tranquila, serena y armoniosa.

De esta forma llega el estudio JDVA a intervenir en Barrio Lagos, urbanización que al día de hoy cuenta con varias casas del estudio. Vivir en un entorno agreste, rodeado de lagunas, en las afueras de la ciudad, es una experiencia única. El concepto de este barrio va mas allá de la interacción con la naturaleza, también lleva en su esencia a los míticos barrios Townes de Reino Unido, viviendo en comunidad a modo de pueblo, en un barrio núcleo dentro de una ciudad dispersa. Así es que se logra comprender la aceptación a soluciones habitacionales que le permiten cubrir un espectro mayor de habitantes que sueñan una vida inmersa en un entorno de paz natural a las orillas de la laguna. Es el caso de los proyectos Las Casas y La Bahía. Uno ya está funcionando y el otro presenta un avanzado estado de construcción.

El estudio JDVA es responsable de los dos grandes proyectos especiales que animaron la propuesta de la urbanización Lagos. Se trata de dos condominios, uno cerrado y otro abierto, a partir de los cuales la propuesta inmobiliaria pudo abordar habitantes con distintas inquietudes y necesidades.

LAS CASAS

“Con el proyecto Las Casas comenzamos a trabajar en el año 2016. La idea era generar un complejo de viviendas en un gran lote que estratégicamente se ubicaba en la línea que separa la urbanización Lagos con Parque Miramar”, nos comentan Juan Diego y Tomás Vecino, del estudio JDVA.

La ubicación y disposición física del terreno los animó a concebir un ámbito cerrado, dentro del cual generaron un conjunto de casas apareadas. La distribución de los bloques, diez en total, se solucionó al partir en dos el terreno y generar una gran calle central que distribuye y organiza los lotes. El resultado es que esa gran calle revestida en piedra adoquín genera una suave pero marcada curva que propone un trazado muy británico para esta pequeña urbanización. La disposición de los bloques mantiene un ángulo que enriquece el paseo.

“Generamos casas con superficies interesantes, que van desde los 120 metros cuadrados y llegan hasta los 180. La idea de componer bloques para aparearlas se relaciona con la inquietud de obtener una propuesta distinta para los habitantes de Lagos, que supone disfrutar de la vida en ese lugar tan especial sin la necesidad de tener que ocupar una casa y un gran terreno. Las Casas funciona como un barrio y ofrece las comodidades y el confort de un gran condominio”

BAHÍA LAGOS

Luego del éxito que supuso el emprendimiento Las Casas, JDVA emprende Bahía Lagos, un conjunto residencial que funciona como apéndice insertándose en el proyecto. La imagen que proyecta, tanto el conjunto como cada una de sus casas, es de una arquitectura contemporánea y de líneas simples, que se combina impecablemente con materiales cálidos y naturales en pérgolas y caminerías.

“A diferencia de lo que proyectamos para Las Casas, en este emprendimiento, que por la disposición del terreno y su ubicación es abierto, priorizamos la llegada hacia la laguna y la comunicación directa con la calle en la urbanización”, nos afirma Tomás Vecino, director de obra del estudio.

El conjunto está conformado por trece casas agrupadas en pares y con suficiente espacio de separación entre cada unidad. La implantación garantiza un óptimo asoleamiento y una abundante presencia vegetal. Así, cada casa cuenta con retiro frontal, cochera y jardín posterior de uso exclusivo.

El resultado es un conjunto destacado, con un gran equilibrio entre lo natural y lo doméstico. Se trata de un lugar que se proyecta más allá de los límites de lo privado recreando un espacio mucho más amplio, un espacio en el que sus habitantes tienen la posibilidad de interactuar con otros en medio de un entorno de gran calidad arquitectónica.

REFERENCIAS

Treinta años atrás, Carrasco no era el barrio que es hoy. Casonas, palacetes, arquitectura de otra época y construcciones afrancesadas pensadas para un balneario de principios de siglo XX que, con el paso de los años y producto de la descentralización, se fue asentando como barrio de residencias permanentes. Así la arquitectura inició un profundo viaje con ambición de renovación y con la finalidad de refutarse en su condición de barrio. La rápida evolución en la comunicación y los nuevos avances tecnológicos han acelerado los tiempos conformando el mundo tecnológico o mundo globalizado. En este paradigma, los procesos de cambio se actualizan constantemente y de la mano, también, el progreso.
El estudio Juan Diego Vecino Arquitectos, fundado por el Arq. Juan Diego Vecino en el año 1991, es uno de los activos protagonistas del cambio de expresión y de la formación de un nuevo concepto en el paisaje de Carrasco.
Desde sus inicios como profesional, Juan Diego Vecino conserva una observación propia sobre la arquitectura y el paisaje, donde la óptica se dirige directamente hacia el habitante y sus necesidades, y allí la arquitectura se centra en las necesidades de quienes van a vivir en sus casas.

“Me siento muy cómodo buscando la excelencia. Atiendo cada proyecto de manera especial, entendiendo al habitante para lograr el máximo confort y así, las casas son a medida de quien las habite y no viceversa. En mi estudio no nos ocupamos de las tendencias o de los estilos. Los objetivos son distintos en todas las obras, el camino siempre es sobre la excelencia y las metas no cambian, buscamos la satisfacción en el cliente.”

Treinta años después, el estudio JDVA cuenta con un staff de más de treinta profesionales, miles de metros cuadrados construidos distribuidos en cientos de casas que ya son parte del paisaje en nuestro país. La filosofía del estudio parte del intenso trabajo sobre la sofisticación y la constante búsqueda por llegar a comprender a sus clientes y mejorar su calidad de vida. La arquitectura que exhibe el estudio — si bien mantiene un claro sello de autor— se amolda al propietario, a un programa y al ambiente. Sus obras no se atan a un formato en particular y responden al habitante y al entorno donde se emplaza la construcción, de allí también son los insumos que responden según el escenario a proyectar. El factor predominante en sus obras siempre son calidad y excelencia, ese es el verdadero sello del estudio y es innegociable.
“El cliente de hoy no es el mismo que hace treinta años atrás. Son otras las exigencias de cada propietario, y también las particularidades de cada familia. Existe una nueva lógica en el funcionamiento del hogar, donde todo se estudia con más profundidad, donde cada espacio tiene su impronta en la distribución, así los proyectos que hacemos no se repiten, ya que el cliente no es el mismo y las necesidades son todas distintas.”

A principios de la década de los años dos mil, el nuevo boom en las zonas de Canelones y Carrasco con respecto a las urbanizaciones privadas llevó consigo una intensa producción de obras para el estudio. Concebir arquitectura en una urbanización programada resulta bastante particular, convivir con otros proyectos arquitectónicos forma parte de una estructura que alterna constantemente en los distintos modelos constructivos, y la responsabilidad parte de la constante interacción con el paisaje natural. Los trabajos del estudio generaron un nuevo lenguaje en estos barrios y consolidaron al estudio JDVA como uno de los más importantes exponentes de arquitectura residencial en barrios privados.

En esa constante búsqueda por la excelencia, el estudio ha transitado por todo tipo de estilos arquitectónicos, desde el orden toscano, con sus columnas, fachadas curvadas, cornisas clásicas, mármol y piedra, pasando por el clasicismo colonial hasta la arquitectura neutra, con sus líneas y su pureza, mezclando arte, paisaje y confort para los habitantes.
Los proyectos que presenta el estudio se encaminan fuertemente en arquitectura contemporánea, simple y minimalista, fundada no en un modismo actual, sino en una depuración muy estudiada después de más de 25 años de experiencia proyectando, que lleva a buscar la simpleza en los diseños.

“Me está llevando más de 25 años lograr desentramar la complejidad de una vivienda para transformarla realmente en algo más simple y puro, pero que contemple las exigencias de una familia, siempre buscando la excelencia…”

 

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