El valle del Uco, en Mendoza, ofrece uno de los paisajes más ricos de la Argentina. En ese marco natural poblado de referencias históricas, los Arquitectos Leonardo Codina y Juan Manuel Filice (Estudio A 4) proyectaron una casa que sorprende a partir de su capacidad de integrarse al lugar y de lograr una escala ideal.
La casa se ubica en un loteo de viñedos en el Valle de Uco, al sur de la ciudad de Mendoza, y está pensada para una sola persona que vivirá allí la mayor parte del año. El terreno tiene 8 hectáreas y si bien cuenta con una plantación de vides está mayormente cubierto por vegetación autóctona.
El primer desafío se planteaba en resolver el problema de la escala. Esto es la relación que este tipo de proyectos establece con el paisaje, con ese extenso plano inclinado de dimensiones territoriales que antecede al macizo cordillerano, donde las construcciones se divisan a la distancia. Se imaginó un proyecto que resistiera esa mirada resolviéndose con mucha claridad para que su lectura a la distancia fuese contundente. Se optó por trabajar con una estructura metálica que hiciera posible prefabricar algunos elementos para luego montarlos y facilitar los procesos de obra.
La casa es un prisma metálico que se posa sobre un basamento de piedra. El basamento es parte del suelo, emerge del sitio con su misma materialidad y resuelve el acceso que, antes de ofrecer las visuales lejanas del nivel superior, propone un espacio contenido y de iluminación cuidada. El nivel superior es un pabellón atravesado por las vistas al paisaje. Hacia el este el dormitorio principal con vistas al valle, hacia el oeste los espacios de estar con vistas a la cordillera, y hacia el norte la terraza con la piscina y la parrilla.
Estructuralmente se resuelve con dos grandes vigas metálicas paralelas, que apoyadas en el basamento logran los vuelos en los extremos. Una serie de capas solucionan los cerramientos y las aislaciones. Al exterior chapa negra como oxidada, al interior madera de guayubirá en todas sus superficies.
El espacio interior es franco y abierto. La textura y color que propone la madera de guayubirá, autóctona, establece una carga estética muy fuerte que condiciona. El mobiliario fue seleccionado con mucho cuidado y apela a diseños modernos y contemporáneos que conviven con piezas de madera y dialogan con el continente vital de la estructura.
El Valle del Uco se ubica al norte del río Tunuyán y forma parte de los departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos, en la Provincia de Mendoza, República Argentina. Rodeado por las altas cumbres de Los Andes, el valle tiene altitudes que oscilan entre los 900 y los 1.200 metros y regala una riqueza paisajística increíble. Es también una importante región vitivinícola que para muchos expertos es considerada como la más importante en toda la República Argentina. Luego de la instalación de numerosas bodegas en la región, el turismo se ha desarrollado cada vez con más fuerza, en especial el enoturismo en los resorts de estas bodegas.
Esta zona fue hábitat y lugar de paso de distintos pueblos originarios antes de la llegada del hombre europeo a través de Chile y Perú, a mediados del siglo XVI. De esa época provienen muchos de los nombres que hoy definen lugares y parajes en la región, incluyendo el propio Uco, con el cual se conoce a este maravilloso valle. En el siglo XVII los padres jesuitas se instalaron en el valle y fundaron el Curato de Uco, desde donde iniciaron la evangelización de la región. A comienzos del siglo XIX los pueblos originarios continuaban integrando la población del valle y formaron parte de la famosa consulta en la que San Martín se reunió con todos los pueblos nativos. En este contexto natural tan rico y poblado de referencias pre europeas y vinculadas al proceso de la colonización, el edificio proyectado por Leonardo Codina y Juan Manuel Filice (Estudio A 4) mantiene la estética conceptual que define la producción del Estudio y se apoya sustancialmente en el paisaje.
Fotografías Michael Evans
