La casa está ubicada al noreste de Buenos Aires, en San Isidro, un barrio residencial con vistas al Río de la Plata. El terreno, de unos 1000 m2, tiene una pendiente pronunciada hacia el río rematando con una zona escalonada. La casa fue pensada y diseñada para un matrimonio con dos hijos que buscaban alojarse en un lugar despejado del tránsito y movimiento típico porteño y que, a su vez, buscaba disfrutar de un entorno natural guiado principalmente por el río. En planta baja se sitúa la zona pública, cuyas vistas se abren tanto hacia el río como al patio de entrada generando una visión cruzada del terreno. El diseño de los espacios es muy sutil y detallado. Cada objeto se integra al proyecto y ocupa un lugar en la gran planta abierta generando espacios liberados. En la primera planta se encuentra la habitación principal, dos habitaciones para los niños, una zona de juegos y una pequeña oficina. Al ser un terreno estrecho, el proyecto aprovecha el largo del terreno generando un gran volumen superior alargado de acero corten que vuela 8 metros hacia el río y que apoya sobre un rectángulo de hormigón que contiene el programa público.
Fotografías Estudio Edgardo Minond y Roland Halbe























