El proyecto consistía en la intervención en un chalet existente construido en los años cincuenta que representaba fielmente el espíritu de la época. El desarrollo lineal presentaba una fachada con pasiva que fue intervenida generando una estructura de madera basada en varillados horizontales. El diseño del Estudio se basó en la idea clara de respetar el espíritu original, generando una intervención que actualizara los interiores manteniendo la estructura que solo fue intervenida en el proceso de recuperación y adaptación a los tiempos. La esencia del proyecto se alimentó entonces de aquel encanto del barrio jardín que se desarrollaba a mediados del siglo pasado, extendiendo la ciudad hacia el Este, fenómeno que ahora, setenta y tres años después, se profundiza.
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Redacción Martín Flores
Fotografía Aldo Lanzi