El diseño se apoya en la idea tradicional de las casas de campo, con un patio que oficia de segundo atrio, un tratamiento añejo para el ladrillo a la vista que envuelve a la estructura y con la ligera inclinación de las cubiertas revestidas en teja. Se trata de un concepto atemporal que incluye celosías para las ventanas, pérgolas de hierro para sus terrazas posteriores y arcos que con delicadeza conviven con la linealidad de las aberturas exteriores.
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Redacción Diego Flores
Fotografía José Pampín