En el corazón de San Nicolás, se alza esta casa proyectada por el Estudio JDVA Arquitectos, donde la geometría se convierte en un abrazo para el paisaje circundante.
La paleta cromática de los materiales de construcción y la vegetación, con sus patrones geométricos, entrelazan sus formas y colores, potenciándose mutuamente para crear una armonía visual que cautiva los sentidos. Cada aspecto de esta casa fue cuidadosamente diseñado, con una dedicación meticulosa y una participación activa de los habitantes en cada fase del proceso. El resultado es una experiencia que despierta una secuencia de riquezas sensoriales y espaciales, convirtiendo la vivencia en algo verdaderamente inolvidable. El diseño interior de la casa estuvo a cargo de la Diseñadora de Interiores María Clara Guerra, quien logró mantener la misma esencia de estilo que la arquitectura exterior. Utilizando paletas neutras, logró una armonización perfecta entre los diferentes espacios y ambientes de la casa, donde la transición entre interior y exterior es fluida y natural, creando un vínculo íntimo y cautivador con el entorno.
El minimalismo desplegado resulta cálido e impregna cada rincón de esta casa, donde los espacios están bien definidos y son altamente funcionales. Desde la sala de estar hasta los dormitorios, cada área fue concebida para proporcionar comodidad y funcionalidad, mientras que los detalles de diseño agregan un toque de elegancia y sofisticación.