Ubicada en Balneario Pueblo Mío, crece esta chacra marítima proyectada por la Arquitecta María José Marocco. Guiada por un estilo nórdico contemporáneo, cada detalle de esta casa respira simplicidad y transparencia.
La estructura muestra la nobleza de los materiales y texturas naturales. La madera, como elemento esencial, cimienta con solidez las edificaciones, mientras las tonalidades sobrias establecen un diálogo armonioso con el entorno circundante. La distribución de esta se materializa en tres volúmenes entrelazados en una coreografía visual lineal. El volumen central, dispuesto en horizontalidad, nuclea los espacios de uso común: cocina, comedor y sala, fusionados de forma armoniosa, funcional y elegante. En los volúmenes laterales, dispuestos verticalmente, resguardan los ambientes de descanso: los dormitorios. La fachada, con su equilibrada combinación de madera y piedra, se integra armónicamente con el paisaje, estableciendo un vínculo profundo con la tierra y el mar. En el interior, la pureza de los tonos blancos en techos y paredes evoca la calidez de un estilo marítimo californiano, transportando a los habitantes a un universo de serenidad y confort. Los muebles, seleccionados con meticulosidad, mantienen la esencia en cuanto a estilo del resto de la casa. Un minimalismo cálido impregna cada rincón, mientras que los objetos de decoración, discretos pero significativos, añaden personalidad a la escena. Pero la verdadera magia radica en la conexión entre interior y exterior. Los techos inclinados, característicos del estilo escandinavo, orientan la mirada hacia el cielo, mientras que las amplias aberturas permiten que la luz y el aire fluyan libremente por cada ambiente. La naturaleza se convierte así en un compañero constante, fusionándose con la vida cotidiana de los habitantes.