El shahtoosh, que en persa significa –placer de los reyes, es el nombre con el que se denomina a un tipo especial de chal, tejido con las hebras del pelaje del antílope tibetano o chirú por los tejedores de Cachemira. La producción de estos chales es muy baja ya que por un lado el trabajo con estas hebras, delicados pelos que poseen un diámetro de entre nueve y once micrómetros, demanda de artesanos experimentados que no abundan y luego la obtención de este material es muy difícil y su explotación está controlada. El antílope tibetano vive en uno de los ambientes más duros de la tierra, a más de cinco mil metros de altura y tiene un tipo especial de entrepelo que es a la vez muy liviano, cálido y abrigado. Es un animal migratorio que vive entre Mongolia y el Tíbet. Los nómadas cazaban el antílope que los proveía de carne, huesos, cuernos y pieles, pero el pelo no lo utilizaban. Es aquí donde los artesanos de Cachemira, acostumbrados a manipular la lana fina peinada de cachemir para producir pashminas, concretan su gran aporte. Y es así que nacen los famosos chales cuyo valor por cierto es muy alto. A partir de los primeros chales que Amar logra adquirir comienza una historia que mucho tiene que ver con el viaje espiritual que profundiza. El estricto control sobre estos tejidos y la prohibición de su comercialización no impidieron que se convirtieran en el motor que dinamizaría su inquietud por profundizar su viaje en el universo de la vestimenta que luego recreará con Cachemir y lino, entre otros hilados. Regresa anualmente a la India y a su periplo agrega Estambul, que no es otra que la nueva Constantinopla donde todo resulta posible. En estos viajes frecuenta talleres donde encarga piezas de vestimenta para hombres y mujeres que constituyen las colecciones anuales que luego ofrece en Latinoamérica. El chal original continúa operando como gran referencia para todas sus colecciones.

… me gusta organizar desfiles y reuniones para presentar mis colecciones. Cada año agrego complementos y prendas que voy desarrollando a partir del instinto y de la experiencia que genero con cada capsula que producimos. La idea de vestir cuerpos pasa, esencialmente, por cultivar espíritus y fortalecer ese vínculo que no siempre opera bien, entre ambos, cuerpos y espíritus…

La charla avanza fluida un cálido mediodía de febrero en su casa en Punta Ballena. Observándolo, delgado y vestido con un dos piezas de lino color lila termino por recordar que las casualidades no existen. Llegar hasta su casa demando trabajo, sucede que eligió un lugar muy especial para vivir, detrás del arboreto Lussich. El terreno donde se asienta la casa ocupa unos mil metros cuadrados y se apoya, literalmente, en la trasera del bosque Lussich, inmediatamente detrás del vivero. Y allí la energía fluye y altera los ciclos y entonces todo adquiere una dimensión otra y el tiempo también es otro.

…desde el año 2009 visito Punta del Este y en el año 2019 decidí instalarme aquí y encontré este lugar que es mágico. Luego de atravesar la pandemia no dude en quedarme y estoy muy feliz….

Su última colección trabaja a partir de la reafirmación de que la naturaleza es el verdadero lujo y entonces desarrolla el concepto de la geometría sagrada, idea que se relaciona con el conjunto de formas y patrones geométricos que se encuentran presentes en la naturaleza y en el diseño de ciertos sitios considerados sagrados. Importa saber que existe una fuerte corriente que afirma que la geometría sagrada estimula ambos hemisferios cerebrales a la vez, el derecho por estar relacionado con las habilidades artísticas y viso-espaciales y el izquierdo por estar relacionado con la lógica. En todo caso, más allá de cualquier asociación mística, es necesario conocer la nueva colección de Amar de la Fuente.