En el universo de Locanda Fasano, el lujo no ocurre en términos de ostentación. En él, el lujo existe en la interpretación, en la medida justa, en la atmósfera de la elegancia. Emprender la ruta del Camino Egusquiza y arribar a este complejo es acceder a una parcela paradisíaca, que exhibe la huella que deja el hombre cuando utiliza su capacidad de observación para comprender y habitar un paisaje.
El predio se extiende en cuatrocientas ochenta hectáreas de paisaje árido y rocoso, con tres kilómetros de playa en la ribera del Arroyo Maldonado. El emprendimiento, es un complejo mixto, con centro ecuestre y campos de golf y de polo, ubicado en la zona rural de La Barra, próximo a Punta del Este.
El primer proyecto fue desarrollado en 2008 por el arquitecto brasilero Isay Weinfeld. En esa primer intervención, se optó por conservar las construcciones existentes, y descentralizar el nuevo programa, generando un paisaje singular, donde el campo se pobló en un seductor contraste.
En 2016, en una segunda etapa, se instala en Locanda Fasano un nuevo proyecto, obra del estudio Obra Prima. El nuevo edificio se posiciona en un cerro rocoso, en el punto más alto del predio, desde donde el volumen da la impresión de emerger naturalmente del promontorio de piedras. Su geometría se enmarca en la lógica formal del proyecto de Weinfeld y la visión del conjunto conmueve, irrumpiendo en el paisaje agreste y despejado.
Con la nueva intervención, el complejo hotelero adquiere un edificio que centraliza la recepción; integra diez nuevas suites, una piscina, un restaurante, un lounge, el solárium y, además, revitaliza una de las construcciones originales del lugar, ubicada sobre las piedras, en el punto más alto del lugar, que, revestida de lapacho y cristal, ahora se vincula al Restaurante Fasano. Ambos edificios se unen a través de dos puentes sorprendentes; uno, de color negro con cerramientos de cristal, y el otro, ligero y abierto, generando sugestivas situaciones y visuales. Locanda Fasano presenta otro mundo, asigna un nuevo sentido a lo existente y ofrece una mirada distinta al paisaje, que sigue siendo el mismo.
Fotografía Nico di Trápani