NO HAY AVENTURA SIN RIESGO
Por Iván Martínez Autin
A veces ser artista significa ser un audaz aventurero visual. Esa es la enseñanza que me dejó la charla que tuve con Claudio Roncoli.
Al finalizar la videollamada me siento muy inspirado. Me queda clarísimo que la trayectoria de este artista Argentino que hoy triunfa internacionalmente es el producto de su filosofía de trabajo en combinación con su coraje en el escenario de la vida. Me quedo reflexionando: en el casino se puede ganar a corto plazo, pero a la larga los números están en tu contra… en cambio en la vida, esta lógica se revierte: cuanto uno más juega más posibilidades hay de ganar—hay que jugársela—solo es necesario tener un proyecto claro y exponerse a procurarlo día tras día.
Según Roncoli, en la vida, si uno se enfoca en un proyecto, tarde o temprano las condiciones para que este se concrete van a aparecer. Pero primero es necesario tener un concepto claro y un plan de ejecución. Y él es la prueba viviente de que esto cierto. En el año 2003 Claudio fue despedido de su trabajo formal en publicidad luego de 15 años en la industria. En ese momento tomó la decisión más intrépida y apostó al sueño de vivir del arte.
Con el dinero de su indemnización Claudio compró un pasaje de avión y se fue a exponer a Italia e España. El dinero solo le alcanzaría para esos primeros meses, pero él tenia la convicción y el proyecto de convertirse en un artista internacionalmente reconocido. Y la osada apuesta pagó! Su obra se vendió en Europa, la plata siguió llegando y Claudio pudo continuar viajando financiado por su trabajo de artista. Un poco más de diez años después y con decenas de exposiciones y murales en su haber, su reputación fue consagrada en el 2017 con el otorgamiento del premio Latin American Grammy por la portada de el disco “El Orisha De La Rosa” de Magín Díaz. Ademas, en el 2018 también gana el Grammy Americano, y Roncoli se convierte en el único artista en el mundo en ganar los dos premios con la misma portada.
Pero esto no se logró de un día para el otro. Según la filosofía de Claudio Roncoli otro elemento clave en la vida del artista es la dedicación al trabajo. Cuando Roncoli empezó su camino itinerante en el 2003, su objetivo era trascender las fronteras, que con la ayuda de la internet y de los aviones él pueda llevar una carrera globalmente orientada—pero esto se consiguió mediante el trabajo y el esfuerzo constante. Fueron su determinación y disciplina lo que lo hicieron el camino posible; existe una falsa noción en el mundo del arte que el producto lo que impulsa la carrera del artista y lo eleva a la fama, cuando en realidad es la dedicación trabajo lo que genera como resultado las oportunidades, las ventas, y el reconocimiento—ademas de las famosas obras. Claudio cita a Picasso para ilustrar esta idea: “La inspiración existe, pero se encuentra trabajando”.
Según Roncoli, viajar también es fundamental para el artista. Es necesario para entender cómo se compara su trabajo a nivel internacional, y para entender mejor su voz subjetiva. El buscó viajar constantemente, y a lo largo de su carrera Roncoli expuso en galerías de España, Italia, Argentina, Uruguay, Brasil, Peru, México, Miami, Nueva York, San Francisco y Korea, antes de instalarse por unos años en America del Norte, donde su trabajo minimalista geométrico empezó a prevalecer a medida que él se fue refinando en el concepto de el desplazamiento de lo comercial sobre lo cultural en lo cotidiano. En los Estados Unidos Claudio recibió el apoyo del National Endowment of the Arts en 2016.
Pero sería un error reducir la obra de Claudio Roncoli a sus logros. Roncoli es un artista interdisciplinario que trabaja de manera completamente expansiva: desde pequeñas portadas de discos de música como en grandes murales; actualmente se encuentra trabajando como director de arte para un largometraje y hasta cuenta con discos de su autoría en Spotify. Yo diría que sí vamos a reducir el trabajo de una vida en un solo concepto en el caso de Roncoli el rasgo que más lo identifica es su determinada actitud frente al trabajo de artista.
Roncoli se comunicó conmigo desde Saltillo, en Mexico, donde acaba de montar una serie de imponentes obras para el Museo del Desierto. El terreno y la gente de México son una fuente de infinita inspiración para Claudio, quien ha vuelto una y otra vez a México durante sus viajes. Y esta afinidad con el lugar se puede apreciar en sus nuevas obras, que son algunas de las más bellas de toda su carrera. Unas brillantes instalaciones de colores nos recuerdan a la rica herencia cultural de México y un viejo Volkswagen lleno de cactus que le crecen desde adentro que lleva el titulo de “NO HAY AVENTURA SIN RIESGO” nos hace reflexionar sobre la mortalidad y la belleza en el terreno Mejicano.
Para cerrar, los dejo con una anécdota: Cuando el joven Roncoli consiguió su primer trabajo como ayudante de la consagrada artista argentina Cristina Dartiguelongue, él pensó que ya estaba por pegar el batacazo. Pero cuando le asignaron su primer tarea, esta fue la de pasear el perro de Dartiguelongue. Con el tiempo ella le seria de invaluable ayuda, pero antes tuvo que aprender que uno tiene que estar determinado a exponerse a cualquier situación y a volver al día siguiente.
