Enclavada en una chacra próxima al balneario de Manantiales, Punta del Este, esta residencia de dos mil metros cuadrados reinterpreta la tipología de la casa de campo contemporánea. Diseñada arquitectónicamente por el estudio Juan Diego Vecino Arquitectura, el proyecto se distingue por una visión que integra la monumentalidad espacial con una conexión íntima con el entorno. Desde los primeros trazos, Joanne Cattarossi fue convocada para colaborar en el interiorismo, lo que le permitió concebir los espacios de manera integral y coherente con la propuesta arquitectónica. El trabajo conjunto entre arquitecto e interiorista resulta evidente en cada detalle.
La arquitectura plantea una estructura que explora la amplitud y la luz a través de techos altos y grandes ventanales, elementos que establecen un diálogo directo con la naturaleza circundante. Cattarossi, desde una etapa temprana, tomó estos lineamientos como punto de partida para desarrollar una narrativa interior que rehúye lo obvio y apuesta por un lenguaje contemporáneo, sofisticado y profundamente funcional. La relación entre arquitectura e interiorismo se materializa de manera magistral en el área social, donde las proporciones monumentales representan un desafío resuelto con maestría. Aquí, las Torres Flotantes de Cristian Mohaded, piezas creadas específicamente para este espacio, actúan como un contrapeso visual y conceptual, aportando escala sin interrumpir la fluidez. Estas esculturas, junto con las obras de Agostina Branchi y Claudia Santanera, integran una propuesta de arte que no solo adorna, sino que estructura y da sentido al diseño. El uso de materiales nobles como el travertino, la madera y el lino, sumado a la elección de una paleta cromática neutra y serena, refuerza la atmósfera de calma y conexión con el paisaje. En las áreas privadas, se permite un mayor dinamismo con piezas que añaden color y textura, como las sillas trenzadas colombianas y los textiles de Debby Tenquist. Este equilibrio entre contención y vitalidad aporta profundidad al diseño sin romper su coherencia estética. Mención especial merecen los objetos con historia y las piezas artesanales que Cattarossi seleccionó cuidadosamente. Desde una mesa de monasterio del siglo XIX transformada en escritorio hasta una mesa de fábrica reutilizada como mueble de comedor, estos elementos añaden autenticidad y vinculan el proyecto con un discurso de sostenibilidad y aprecio por lo artesanal.
Este proyecto es un claro ejemplo del resultado de la sinergia entre arquitectura e interiorismo. La visión de Juan Diego Vecino y el enfoque sensible de Joanne Cattarossi dan como resultado una residencia que trasciende su función habitacional para convertirse en un espacio donde la monumentalidad y la intimidad coexisten en perfecta armonía. Exhibe las virtudes del diseño integral, en el que cada decisión, desde la escala arquitectónica hasta el más mínimo detalle interior, se alinea para ofrecer una experiencia de vida plena y profundamente conectada con su entorno.
- Ubicación: Villa Lagos, Maldonado
- Año: 2021
- Interiorismo: Joanne Cattarossi Estudio
- Paisajismo: Lorena Ponce de León
- Iluminación: Juan Carlos Fabra
- Fotografía: Daniela Mac Adden
- Dirección de arte: Dirección de arte: Silvina Bidabhere y Mariana Rapoport
