Un reloj de película

TAG Heuer es una de las marcas suizas de relojes de mayor prestigio y reconocimiento a nivel internacional. Especializado en relojes deportivos y cronógrafos, con una fuerte vinculación con el mundo del automovilismo ha logrado destacar en base a calidad y precisión. En las últimas décadas la marca ha incursionado en la fabricación de accesorios, eyewear y teléfonos inteligentes bajo licencias que luego son producidos por otras fábricas, utilizando la marca. En sus orígenes la marca se llamaba Uhrenmanufaktur Heuer AG, fundada en el año 1860 por Edouard Heuer en St-Imier, Suiza.

En el año 1985 TAG Group compró la mayoría de la composición accionarial de la compañía, formando TAG Heuer y pocos años después, en 1999 el conglomerado francés LVMH compró cerca del 100% de la compañía Suiza. El nombre TAG Heuer combina las iniciales de “Techniques d’Avant Garde” y el apellido del fundador. El lema de la compañía es “Swiss Avant-Garde Since 1860”.

Los inicios de la fábrica de relojes y cronógrafos TAG Heuer se remontan al siglo XIX, mucho antes de que la compañía pasara a llamarse TAG Heuer. Edouard Heuer fundó en 1860 la empresa The Heuer Watch Company. Heuer comenzó a dedicarse a desarrollar instrumentos de cronometraje de alta calidad. No tardó mucho en adquirir popularidad gracias a su increíble estilo artesanal y a la precisión de sus instrumentos de cronometraje. Además de crear relojes muy precisos, Heuer también realizó varias mejoras que contribuirían positivamente al mundo de la relojería. En el año 1887 Edouard Heuer desarrolló y patentó el piñón oscilante, que simplificó enormemente el cronógrafo. Como resultado, los cronógrafos Heuer demostraron ser muy precisos y el nuevo mecanismo facilitó la fabricación, el ajuste y el servicio de los movimientos. Este invento sigue siendo utilizado por muchos fabricantes de movimientos de cronógrafo hasta el día de hoy, lo que muestra su importancia.

En el año 1911 Heuer patentó el primer cronógrafo de a bordo para automóviles y aviación, el “Time of Trip”. En el año 1914 presenta su primer cronógrafo de pulsera y en 1916 presenta el Micrograph, el primer cronógrafo que mediría centésimas de segundo. Los Juegos Olímpicos de Amberes, de París y de Ámsterdam se cronometran con instrumentos de la marca. La investigación e inversiones de la firma le permitieron permanecer siempre a la vanguardia y en el año 1932 presentan el “Autavia”, un cronógrafo para automóviles y aviación, que se convertiría en eje central de su producción. También entre 1935 y 1940 desarrollan cronógrafos para pilotos de la Luftwaffe, conocidos como “Flieger”. Acabada la guerra, hicieron modelos con triple calendario (día, fecha y mes) y en el año 1958 desarrollan nuevas series de relojes de tablero, que estuvieron en producción hasta la década de los 80. También harían instrumentos para cronometrar pruebas deportivas como esquí o pruebas de motor, incluyendo Fórmula 1. En el año 1962, cuando John Glenn se convierte en el tercer astronauta norteamericano y el primero en ponerse en órbita con la cápsula Mercury, utilizó un cronógrafo sin hora TAG HEUER, pieza que se conserva actualmente en el Museo del Aire y el Espacio de San Diego. Heuer fue el líder en producción de cronógrafos y equipos de medición de tiempos, la marca desarrolló versiones especiales con los nombres de los míticos circuitos, agregando los logotipos de las carreras, de los equipos más destacados y también de las marcas patrocinadoras. Los modelos más conocidos de la marca, el Autavia y el Carrera, al igual que la mayoría de sus cronógrafos incorporan movimientos Valjoux, al tiempo que desarrollan en secreto, junto a Breitling, Buren y Dubois Dépraz, un calibre automático, el Calibre 11, que sería, junto con El primero de Zenith, el primer calibre cronográfico de carga automática. Este se presenta en el año 1969 y se monta en las líneas Autavia, Carrera y Mónaco. Precisamente un Mónaco azul es el que en el año 1971 utilizaría Steve McQueen en la película Le Mans, modelo que actualmente es conocido como Mónaco McQueen, mientras que la estrella de Fórmula 1, Jo Siffert utilizaba un Autavia blanco.

A mediados de la década de 1970 Heuer presentó un cronógrafo digital, el Chronosplit, así como modelos con mecanismos Valjoux 7750 y Lémania 5100. La compañía Heuer fue adquirida en 1985 por TAG (Techniques d’Avant Garde), fabricantes de componentes de alta tecnología como turbocompresores cerámicos para monoplazas de Fórmula 1, y perteneciente al empresario saudita Mansour Ojjeh, dueño también de la escudería de F1 McLaren F1 Team. La compañía relojera se rebautizó como TAG Heuer.

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