El proyecto de Karin Bia en Lomas de la Tahona está cuidadosamente anidado en el paisaje natural y se inspiró claramente en el lugar, un terreno rodeado de árboles maduros, increíblemente rasgado por una cañada y una magnífica vista abierta hacia el campo. La transparencia, el vidrio, es el único material que tenía sentido para la intervención en este escenario. En verano la densa frondosidad de los árboles envuelve toda la casa, haciéndola casi invisible desde la calle y protegiéndola del sol. En invierno, los árboles caducos pierden sus hojas, permitiendo que los rayos del sol penetren y calienten el interior, beneficiándose del aporte del acondicionamiento natural de la vivienda. Hecha a mano, piedra sobre piedra, la casa es una vivienda única en el desarrollo y producción del estudio Karin Bia Arquitectos.
La vivienda fue proyectada para una familia que, en vez de actualizar una antigua casa de piedra o masía optó por tomar lo mejor de esa tradición y aplicarlo en la construcción de una casa nueva que se adaptara completamente a sus necesidades. El piso del deck es de losas de piedra de granito flameado. Se tomó, además, la decisión de rodear un par de lados de pileta con pastos altos. Ablandan los bordes y crean un marco tupido para el agua.
El techo del entrepiso y del jardín de invierno, tiene un acabado de bambú, que aporta la calidez y frescura de la fibra natural, elemento que introduce y captura el exterior al interior de la vivienda. La cocina destaca por su impronta contemporánea, se organiza en torno a una isla central blanca, con armarios perimetrales en madera oscura y cristal opacid serigrafiado color azul cielo. Tiras de led con difusor, ocultas en buñas del cielorraso enmarcan las circulaciones y definen los espacios. El salón principal combina una paleta sobria con equipamiento de diseño y la gran presencia de la piedra y el vidrio como material de identidad.
Es una casa proyectada para compartirla y vivirla con familia y amigos, y es capaz de generar distintos usos en distintos momentos del año. En verano se propone la interacción principalmente dentro de los volúmenes acristalados y en invierno en los volúmenes de piedra, donde se ubicaron la estufa a leña y la parrilla. El sector del salón principal es un espacio que se puede ocupar de distintas formas, donde se mezclan las actividades del interior y del exterior, ya que todas sus aberturas son móviles de piso a techo. La mesa de comedor tiene pies de acero natural y tapa de tronco de ciprés gris sin barnizar.
Encuentra la nota completa en Revista Arché #178
Redacción Diego Flores
Fotografía José Pampín